En un mes del rebrote del coronavirus, durante el gobierno del presidente Luis Arce, Bolivia reportó una cifra récord de nuevos casos por día (2.263) y 24 fallecidos. La cantidad de contagios supera al número más alto que se registró en la primera ola, el 18 de julio del 2020 con 2.036.
Los departamentos más afectados con la propagación acelerada de la enfermedad son Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Entre tanto los contagios ya comenzaron a subir en la regiones de Pando, Beni, Oruro y Chuquisaca.
Ante esta acelerada de casos, el Gobierno decidió adquirir pruebas antígeno nasales y PCR, en un total de 2,2 millones de reactivos, que servirán para la detección y no para frenar el rebrote. Además la compra de las vacunas rusas Sputnik V, en un total de 5,2 millones de dosis, que no tienen certificación internacional y aún demorarán en llegar al país.
Especialistas, como el epidemiólogo Juan Saavedra, ante la acelerada propagación del virus en la segunda ola, cuestionó la inacción de los tres niveles de gobierno, nivel central del Estado, gobernaciones y alcaldías, para poder cortar la trasmisión del virus. Agregó que se requiere una cuarentena para evitar más muertes y contagios que en 2020.
«La población tiene que reclamar que el Gobierno, los muncipios y las gobernaciones, de una buena vez por todas, manejen de buena manera la pandemia. Por esa razón están permitiendo que mucha gente se contagie y seguramente van a haber muchos muertos como complicación de eso. (…) Las autoridades están observando de palco», declaró en Página Siete.