La exjefa de la Unidad de Transparencia del Ministerio de obras Públicas, Servicios y Vivienda, Marnia Ordóñez, informó a Gaceta del Sur de dos informes que hacen referencia a la clonación de matrículas de avionetas, que en su mayoría son utilizadas para el transporte de sustancias controladas (droga).
“Para descargarme remití el informe al viceministro de Transparencia Institucional doctor Guido Melgar que tampoco me hizo caso. También remití (otro informe) al Viceministerio de Sustancias Controladas, pero de igual forma todos los antecedentes e indicando que como es ilícito podían contar con nuestro apoyo para verificar estos ilícitos”, dijo en una entrevista efectuada vía teléfono.
Ordóñez, mencionó que todo el tema de las matrículas clonadas de avionetas llegó a conocerlo a través de la denuncia efectruada por el entonces viceministro Carlos Morales, y para tener certeza de aquello solicitó a la Dirección General de Aeronaútica Civil (DGAC) que se realicen las “investigaciones necesarias”.
“Hablé con el señor Ministro (Iván Arias) quien no hizo caso a la misma”, dijo al mencionar que le llegó una denuncia de la exdiputada Brígida Quiroga con quien se interiorizó sobre estas irregularidades. “Luego de eso volví a conversar con el Ministro pero no me hizo caso, a pesar de que había avanzado y con esa información le dije en ese tiempo”.
Mencionó que el propio exministro Arias, le decía que no se meta en esos problemas “porque había gente de arriba que lo estaba manejando, en otras palabras, no molestes y haz tu trabajo normal, me decía”.
Dijo que en el informe del 27 de julio tiene certeza de todos los hechos irregulares sobre la clonación de avionetas que tenían como fin el narcotráfico.
A pesar de negarse a tratar el tema por la principal autoridad del Ministerio de Obras Públicas, elaboró el informe en el que recomienda que personal de ese despacho pueda ingresar a la DGAC sobre estos irregulares sobre las avionetas.
El 20 de agosto Gaceta del Sur difundió la información en la que da certeza de este ilícito y que de acuerdo con el informe de la doctora Ordóñez se habían identificado al menos diez aeronaves que se encontraban en esa situación.
En la “indagación de oficio”, se constató por ejemplo que dos avionetas llevaban la misma matrícula CP1231; de la misma manera encontraron otras dos aeronaves CP 2535 (Una de estas fue secuestrada en julio de 2016).
Ordóñez, indicó que logró identificar en esa oportunidad una decena de aeronaves que se encontraban en esa situación irregular porque ya estaban dadas de baja y que tenían su registro dentro de la DAGC.
“Entonces empezaron a construir otras aeronaves con el mismo Charly Papa y Data Play de aeronave del motor y estas aeronaves seguían volando con el mismo permiso de circulación”, dijo al mencionar que por esa información que se difundio en los medios de comunicación el ministro Arias hizo que le den un memorando con llamada de atención, situación que tensionó su situación en esa cartera de Estado al que tuvo que renunciar luego.
“Me llamaron la atención ya estaban coartando mi derecho. Como jefa de la Unidad de Transparencia tenía todo el derecho de transparentar la gestión, el memorando ha sido una forma injusta que me notificaron”, sostuvo.
La exautoridad de Transparencia, indicó que se tenía información que muchas aeronaves cayeron en territorio peruano o paraguayo con matrículas que estaban dadas de baja, pero extrañamente seguían volando.
La abogada alertó que si en ese momento eran diez las aeronaves que fueron investigadas, a la fecha ese número debió incrementarse. “Habían diez, no sé cuántas más habrán salido, ero sigue las clonaciones y debió incrementar el número de avionetas”.
Aclaró que, como funcionarios de transparencia “no tenemos partido político alguno, pero si transparentar la gestión y no podíamos ocultar estos hechos ilícitos”.
Avionetas y el narcotráfico
De acuerdo con una investigación realizada por IDL-Reporteros del Perú (septiembre 2015), se conoce que muchas de las avionetas vinculadas al narcotráfico y cayeron en selvas peruanas en su trayecto hacia Bolivia trayendo droga para su procesamiento y luego llevarlas al Brasil o Paraguay, al parecer fueron adquiridas en los Estados Unidos tras su vida útil.
Una de esas aeronaves fue la CP-2890 que había surcado los de Alaska, desde Anchorage, al acercarse el término de su vida útil, y había sido comprada, en julio de 2013 bajo la propiedad de Martín Rapozo Villavicencio, “una más entre las docenas de avionetas ancianas, cuyos propietarios las vendían encantados a los bolivianos en lugar de consignarlas al chatarreo”, señala la nota de prensa.
De acuerdo con los antecedentes, Rapozo Villavicencio, dueño de la trágica avioneta CP-2890, accidentada en noviembre de 2014, habría exportado desde Estados Unidos a Bolivia más de 30 avionetas. IDL-R.
En 2014 se encontró 11 avionetas que sufrieron accidentes; y otras 7 fueron detenidas en tierra, emboscadas por la Policía. Fueron 18 avionetas, cada una de las cuales resultó una gran fuente de información.
Hasta fines de marzo de 2015, se había encontrado 6 avionetas accidentadas y se pudo capturar a una. Con eso, hubo 25 historias reveladoras de aeronaves que, a la vejez, devinieron narcoavionetas, señala la nota periodística.