La jornada de este lunes fue posesionado el Alto Mando Policial por el presidente Luis Arce, y el cargo de comandante general recayó en el coronel Johnny Aguilera, exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz. La designación fue objetada porque la Constitución Política del Estado (CPE) señala como requisito para el cargo haber llegado al grado de general.
El investigador en asuntos jurídicos, Franz Rafael Barrios, explicó que esta designación está reñida con la CPE, pues el artículo 253 establece que: “Para ser designado Comandante General de la Policía Boliviana será indispensable ser boliviana o boliviano por nacimiento, general de la institución, y reunir los requisitos que señala la ley».
Por tanto, el coronel Aguilera no cumple ese requisito, más allá de haber sido nombrado como comandante interino de la institución verde olivo, porque esa figura tampoco es concordante con la Ley Orgánica de la Policía Nacional.
“Así como lo hizo hoy con su nuevo Alto Mando Militar de «accidentales», Arce vuelve a designar a otro Alto Mando Policial que incumple un requisito constitucional, y además en calidad de «interino», siendo que la norma manda su titularidad”, expuso Barrios, en referencia a la posesión de las Fuerzas Armadas, más temprano, en la Casa Grande del Pueblo.
El investigador le recordó al presidente Arce que su gobierno fue electo para administrar el Estado por cinco años, por tanto, no puede tomar estas designaciones como si se tratara de un mandato interino o de transición.
A tiempo de asumir el cargo, Aguilera manifestó que desarrollará sus labores enfocado en la lucha contra la violencia intrafamiliar y por los casos de feminicidios que le tocó ver durante su paso por la FELCC de La Paz y Santa Cruz.
“El 73% de los hechos relacionados a violencia intrafamiliar responde a que los hombres que han dejado de tener una relación sentimental y que consideren que las mujeres son de su propiedad”, dijo el comandante interino y pidió a las víctimas que dejen el silencio y presenten sus denuncias ante el Ministerio Público para que, a través de la Policía, se inicien las investigaciones.
Arce, a su vez, había enfatizado el marco constitucional de esta designación para las filas policiales.
«Hoy 16 de noviembre de 2020, comienza un nuevo ciclo de nuestra Policía Boliviana, un nuevo ciclo de reinstitucionalización, bajo estos tres ejes esenciales: disciplina, dignidad e institucionalidad (…) Esta institución responde a la Constitución Política del Estado, la disciplina es la columna vertebral por la que todo policía debe regir el desempeño de sus labores», dijo.