El empresario Samuel Doria Medina y la diputada de Comunidad Ciudadana Luisa Nayar han criticado duramente los datos de inflación presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), acusándolo de “maquillar” y “cocinar” cifras para favorecer al gobierno del MAS.
Según el INE, Bolivia cerró el 2024 con una inflación acumulada de 9,97%, evitando por escaso margen alcanzar los dos dígitos. Sin embargo, esta cifra es casi tres veces mayor a la previsión inicial de 3,60% hecha por el gobierno en 2023.
«El INE maquilló la cifra de la inflación general de 2024 para que, por tres centésimas, no llegue a dos dígitos,» sostuvo Samuel Doria Medina, quien además señaló que la inflación de alimentos alcanzó un preocupante 15%. «Este cálculo semi-tramposo refleja la peor inflación no en 16 años, sino en 35 años,» añadió.
Por su parte, Nayar ironizó sobre los datos del INE afirmando que «debería participar en MasterChef: ya que cocina los ‘datos oficiales’ a gusto del gobierno de inútiles y corruptos del MAS». La diputada subrayó que la realidad económica que enfrentan las familias bolivianas contradice las cifras presentadas.
Durante el 2024, los precios de la canasta familiar registraron un aumento significativo, afectando especialmente a los sectores más vulnerables. Este escenario se desarrolló en un contexto marcado por la escasez de combustibles, la iliquidez de dólares y otros problemas económicos.
Doria Medina destacó que la inflación no solo afecta la economía actual, sino que podría convertirse en el principal problema económico del país si no se toman medidas inmediatas. «La inflación será el principal problema económico de Bolivia si no la paramos pronto y bien. Lo comenzaremos a hacer en 100 días,» afirmó en sus redes sociales.
Además de las críticas al manejo gubernamental, los analistas advierten que el descontento popular podría intensificarse si no se toman medidas efectivas para controlar los precios y garantizar el acceso a bienes básicos.
A pesar de las acusaciones, el INE se ha mantenido en silencio ante las críticas, lo que ha generado mayor escepticismo sobre la transparencia de las cifras. La desconfianza en los datos oficiales refuerza las dudas sobre la gestión económica del gobierno y su capacidad para manejar la inflación en un entorno de crecientes desafíos.
«El INE maquilló la cifra de la inflación general de 2024 para que, por tres centésimas, no llegue a dos dígitos,» acusó Doria Medina.