El excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, afirmó que el propio Gobierno de Luis Arce evaluó la posibilidad de ejecutar un “fujimorazo” —un autogolpe al estilo del expresidente peruano Alberto Fujimori en 1992— para disolver la Asamblea Legislativa y enfrentar la creciente ingobernabilidad. La revelación fue hecha desde el penal de El Abra en contacto telefónico con la Red Erbol.
Según Zúñiga, la idea de cerrar el Parlamento surgió en reuniones privadas con el presidente Arce y sus allegados Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez. “Él (Arce) quería ver si iba a realizar esa decisión, entonces tenía que tener la certeza del mando militar”, aseguró el exgeneral, señalando que se contemplaron tres opciones: entregar el poder a las organizaciones sociales, a una Junta Militar o ejecutar un “fujimorazo”.
“La situación es muy crítica, su popularidad ha bajado tremendamente, se ha desgastado su Gobierno, ya nadie le apoya, y él lo reconocía”, le habría dicho uno de los asesores de Arce, según el relato de Zúñiga. Ante la desconfianza hacia las FFAA y la falta de respaldo popular, el presidente se inclinó por la tercera opción: conservar el poder mediante el cierre del Legislativo.
Zúñiga sostuvo que recibió órdenes directas del mandatario para sostener reuniones con altos mandos militares, algunas realizadas en su domicilio bajo estrictas medidas de seguridad. “Yo di cumplimiento a una orden”, afirmó, en referencia a los encuentros en los que no se permitía portar celulares ni calzado para evitar filtraciones.
Sobre la movilización militar del 26 de junio, Zúñiga negó que se tratara de un intento de golpe de Estado. “Fue un grito de dignidad. Las Fuerzas Armadas están cansadas de ser humilladas y manipuladas por el poder político”, expresó. Aseguró que su accionar fue una protesta ante el supuesto plan del Gobierno y que no tenía la intención de derrocar a Arce.
El excomandante afirmó que si realmente hubiera querido dar un golpe, “lo hubiera hecho. Tenía 15 blindados a mi mando y tropas en la plaza Murillo”, declaró. Además, aseguró que el despliegue militar fue coordinado con el Ejecutivo ante un posible escenario de conflictividad en junio.
Zúñiga también mencionó que Hugo Moldiz y Fernando Rodríguez le consultaron si los “fierros” ya habían llegado, en alusión al equipo militar. Durante la asonada, incluso anunció un cambio de gabinete presidencial, lo cual —según él— fue un pedido de las FFAA, que ya no se sentían representadas por ministros que desconocían la jerarquía militar.
Finalmente, negó conocer a los supuestos integrantes del “gabinete civil” que el Gobierno mostró en un documental sobre el hecho y aseguró que todos los detenidos por los sucesos del 26 de junio “son inocentes”. Afirmó que su intención nunca fue derrocar al Gobierno: “No se crean supermanes”, dijo dirigiéndose a las autoridades.