La controversia en torno a los préstamos millonarios otorgados por el Banco Fassil continúa en Bolivia, después de que el analista económico Martín Moreira informara que dos jóvenes más fueron llamados a declarar en las últimas horas. Según Moreira, uno de los préstamos ascendió a 5 millones de bolivianos, mientras que el otro fue por 10 millones de bolivianos. Ambos jóvenes, al igual que la primera persona implicada en este caso, tienen apenas 18 años.
“Ya está confirmado y los están llamando a declarar”, dijo Moreira en una entrevista con Urgente.bo el viernes. El primer préstamo millonario de Fassil encendió las alarmas en la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) el mes pasado, cuando se supo que una joven de 18 años llamada María Nicole había obtenido un préstamo de más de 9 millones de bolivianos sin la capacidad de pagar.
El patrimonio de María Nicole está valuado en solo 5.000 dólares, lo que ha llevado a muchos a preguntarse cómo es posible que haya obtenido un préstamo de tal magnitud. A raíz del escándalo, la ASFI ha iniciado una investigación para determinar cómo se aprobaron los préstamos, y si se han cometido irregularidades.
Hasta el momento, María Nicole es la única persona que ha sido citada a declarar en relación con este caso. Sin embargo, su padre tuvo que emitir su declaración en calidad de testigo en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) el viernes, ya que la joven vive actualmente en Canadá y no pudo presentarse en persona.
La inclusión de dos jóvenes más en este escándalo ha generado más preguntas sobre los controles y regulaciones del sistema financiero en Bolivia. En una entrevista con la prensa local, Moreira afirmó que es posible que haya más personas involucradas en este caso y que se hayan otorgado más préstamos de este tipo.
“Estamos hablando de cantidades extremadamente altas para personas tan jóvenes y con tan poco patrimonio”, dijo Moreira. “Es necesario investigar más a fondo para determinar si se ha cometido algún tipo de fraude o irregularidad”.
La ASFI ha prometido una investigación exhaustiva y ha asegurado que tomará medidas para garantizar que no se vuelvan a cometer errores similares en el futuro.