La Policía minimizó el caso de secuestro y tortura a periodistas, policías y civiles del grupo armado de encapuchados en la estancia Las Londras, Guarayos. El comandante de la institución, Jhonny Aguilera, calificó el hecho como un “altercado”. Pasaron 72 horas y no hay detenidos.
La autoridad policial, a tiempo de informar del operativo con 200 policías en el municipio de Guarayos donde sucedió el hecho, dijo también que se está realizando la recolección de pruebas y testimonios “que permitan sustentar un proceso penal”.
“Nosotros no estamos yendo a generar ningún daño, lo que estamos haciendo es buscar a quienes han sido responsables de ese altercado, (quiénes) han empleado armas de fuego y es nuestra misión restituir el orden”, indicó Aguilera. Agregó que si encuentran a personas “en flagrancia”, serán detenidas.
Ayer, medios televisivos locales informaron que lo único que encontraron en el lugar de la emboscada fueron utensilios, una estufa improvisada donde estaba una olla de sopa y un recipiente con papas peladas. Ya todos se marcharon.
La mañana del jueves 28, una comitiva de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), junto con trabajadores agrícolas, policías y periodistas de cinco medios fueron retenidos y torturado por más de siete horas en el predio Las Londras por un grupo armado de avasalladores de tierras.
Tras los hechos, los periodistas y civiles que fueron secuestrados y torturados ayer prestaron sus declaraciones testificales en el Ministerio Público en calidad de víctimas. Ante los medios, mostraron las pruebas del atentado como la cámara filmadora que fue atravesada por disparos de bala.
En ese marco, el ministro Eduardo del Castillo dijo el viernes que la Policía negoció con el grupo armado para que libere a los secuestrados que, según su versión, estuvieron retenidos dos horas (todos los testigos informaron que fueron retenidos por al menos siete horas).
“Gracias al trabajo de la Policía se llegó a una pequeña negociación con este grupo de personas que habría retenido a periodistas. Estuvieron retenidos por un par de horas y cada uno se encuentra a salvo”, afirmó.
Varios fueron los testimonios de periodistas, incluso algunos de ellos lograron grabar los momentos de tensión cuando los encapuchados realizaban disparos y apuntaban a la prensa con sus armas. Luego los llevaron a un galpón donde los mantuvieron como rehenes boca abajo por más de siete horas mientras les daban golpes y puntapiés, y amenazaban de muerte y de quemarlos vivos.
“Nos decían ‘prensa vendida’. Preguntaban quiénes nos trajeron, cuánto nos pagaron, y nosotros explicamos que sólo hacíamos una cobertura de prensa”, contó el periodista Percy Suárez de la red ATB.
Ayer, una parte del grupo delictivo salió ante los medios ya sin pasamontañas y sin armas a asegurar que no secuestraron, que fue un malentendido y sólo querían dar un “susto” y que actuaron “por rabia” porque días previos se suscitó un enfrentamiento con otro grupo que “nos metieron bala”.
La diputada Luisa Nayar, de Comunidad Ciudadana, dijo en referencia a las declaraciones de Del Castillo: “Con los criminales no se negocia” porque han atentado contra la vida de civiles y policías y lamentó la postura del coronel Aguilera.
El gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho, criticó la acción de la Policía porque después de 72 horas los encapuchados siguen libres. “Esta inacción es dar tiempo a los delincuentes para que escapen”, afirmó.
“Estamos buscando a quienes han sido responsables de ese altercado, han empleado armas de fuego”.
Jhonny Aguilera, comandante de la Policía Boliviana
“Se ha llegado a una pequeña negociación con este grupo que habría retenido a periodistas, por un par de horas”.
Eduardo del Castillo, ministro de Gobierno
“Lo que dice el Comandante de la Policía es una burla para los periodistas y policías cuyas vidas estaban en peligro”.
Luisa Nayar, diputada de Comunidad Ciudadana