El presidente argentino, Javier Milei, declaró estar dispuesto a retirar a su país del Mercosur si esto fuera imprescindible para concretar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. “Si la condición extrema fuera eso, sí”, afirmó durante un evento organizado por Bloomberg, en el marco del Foro Económico Mundial en Davos.
Estas declaraciones llegan mientras Milei refuerza su alianza con Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia estadounidense en 2025. En diciembre, el mandatario argentino anunció su intención de impulsar este tratado comercial, destacando que “estamos trabajando muy fuertemente en la posibilidad de abordar un tratado de libre comercio” con Washington.
Aunque Milei no detalló si buscará este acuerdo de manera unilateral o con el apoyo de sus socios del Mercosur, reconoció que existen mecanismos para avanzar sin necesidad de abandonar el bloque. “Digamos que hay mecanismos por los cuales se puede hacer estando dentro de Mercosur”, aseguró. Sin embargo, también enfatizó que, de ser necesario, no dudaría en tomar decisiones drásticas para alcanzar sus objetivos.
El Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y recientemente Bolivia, prohíbe que sus miembros realicen negociaciones comerciales bilaterales sin el consenso del bloque. Esta norma ya generó tensiones en 2022, cuando Uruguay intentó avanzar en acuerdos con China.
Milei también subrayó que está dialogando con los países miembros del Mercosur para que no obstaculicen las negociaciones. “Estamos trabajando con el bloque para que no sea un impedimento para avanzar hacia el libre comercio”, afirmó, dejando en claro su postura de priorizar la apertura económica frente a los compromisos regionales.
El Mercosur, creado en 1991, enfrenta desafíos internos y externos para consolidar su relevancia en un mundo globalizado. “Nosotros queremos lo mejor para Argentina, y el comercio libre es el camino”, enfatizó el mandatario, marcando un giro en la política exterior del país.
Las declaraciones de Milei plantean un nuevo escenario de tensión en el bloque sudamericano, que históricamente ha buscado cohesión frente a las grandes economías. Su propuesta genera expectativa y preocupación entre los demás países miembros, que observan con atención este giro radical en la política económica argentina.