La huelga de hambre de los maestros urbanos de Yacuiba, encabezados por el ejecutivo Ángel Abam y el maestro Yeison Ríos, cumplió su décimo día en la ciudad de La Paz. Los docentes protestan por la falta de atención a sus demandas por parte del Ministerio de Educación. Además de ellos, ejecutivos de las federaciones departamentales y regionales del magisterio urbano se sumaron a las medidas extremas adoptadas por la dirección nacional de la C.T.E.U.B.
La movilización de los maestros urbanos en busca de atención a sus demandas ha llegado a la novena semana de protesta, con la radicalización de sus medidas. Mientras tanto, otros tres maestros se encuentran encerrados en pequeños espacios construidos a su alrededor, conocidos como “tapiados”, como medida de protesta y en demanda de reivindicaciones para su sector.
En este contexto, el secretario ejecutivo del Magisterio urbano de Bolivia, Wilfredo Ajllahuanca, informó que ya suman 11 bajas de la huelga de hambre iniciada hace más de una semana. Sin embargo, los maestros que continúan la protesta aseguran que no cederán hasta lograr una respuesta a sus demandas.
El pliego petitorio del sector tiene cinco puntos, entre los que se encuentran ítems de nueva creación, nuevos cargos para cubrir el déficit histórico, incremento del presupuesto para educación, fecha para el congreso educativo para analizar la Ley Avelino Siñani – Elizardo Pérez y rechazo a la malla curricular. Los maestros aseguran que estas medidas son fundamentales para mejorar la educación en el país.
Ante la falta de respuesta del Ministerio de Educación, los maestros urbanos han decidido radicalizar sus medidas de protesta. La huelga de hambre de Ángel Abam, Yeison Ríos y otros representantes del magisterio urbano en La Paz es una muestra de ello. Los docentes esperan que sus demandas sean atendidas a la brevedad posible para poder volver a las aulas y continuar con la formación de los estudiantes bolivianos.
En palabras de Ángel Abam, «estamos luchando por una educación de calidad para nuestros niños y jóvenes. No podemos permitir que el gobierno siga ignorando nuestras demandas. Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para lograr una respuesta favorable».