Un reciente estudio de CID Gallup posicionó al presidente boliviano Luis Arce como el segundo mandatario con peor aprobación en América Latina, alcanzando apenas un 10% de aceptación. Solo la presidenta de Perú, Dina Boluarte, registra un nivel de apoyo menor.
El informe refleja una creciente insatisfacción con la gestión de Arce, quien ha enfrentado múltiples crisis económicas y políticas en su mandato. La escasez de dólares, el encarecimiento de productos básicos y la falta de inversión extranjera son algunos de los factores que han golpeado la percepción ciudadana.
«El acceso a divisas se ha vuelto un problema grave para el comercio y la inversión en Bolivia«, señala el análisis de la encuestadora, destacando la incertidumbre financiera que afecta al país.
Además de los problemas económicos, la población ha expresado su descontento con la falta de respuestas efectivas del gobierno ante la crisis. «La gente siente que el gobierno no ha sabido manejar la situación y eso se refleja en los números«, indicó un analista político consultado.
El encarecimiento de la canasta familiar es otro factor determinante en la caída de popularidad de Arce. «Los precios han subido considerablemente y los salarios no alcanzan, lo que genera mayor frustración«, comentó una ciudadana en La Paz al ser consultada sobre la encuesta.
Desde el oficialismo, se ha intentado minimizar el impacto de estos resultados, argumentando que las medidas económicas aplicadas aún no muestran sus efectos a largo plazo. «Estamos trabajando en soluciones estructurales y los cambios no son inmediatos«, afirmó un legislador del MAS.
Sin embargo, la percepción negativa sigue en ascenso y podría impactar en el futuro político de Arce y su partido. Con una baja aprobación y un panorama económico incierto, el presidente enfrenta el reto de recuperar la confianza de los bolivianos en medio de un clima de descontento social.
La encuesta de CID Gallup evidencia que el liderazgo de Arce está en una situación crítica, lo que podría influir en la estrategia política del oficialismo de cara a las próximas elecciones.