Si bien Quintana es un desquiciado, su «análisis» no fue una simple declaración escandalosa.
Al ver el video completo, en el contexto de que el tipo daba un taller de «formación política» a los asambleístas masistas de Cochabamba, el «camión» marcaba la forma de responder a estos temas de corrupción, tal como lo hacen hace ya 16 años. Minimizar y desviar la atención al pasado. «Este caso se tendrá que investigar», manifiesta entre líneas, «porque nosotros no permitimos corrupción, como hicieron los golpistas, la derecha, los neoliberales y el imperio durante 500 años».
Es decir, el sujeto es un as para mandar la línea que sus lacayos repetirán ante las consultas de los reporteros de cobertura en todo el país.
«Señor masista, ¿qué opina del ministro encontrado con una coima?»
«Ah, no pues compañero de la prensa, nosotros ya lo mandamos a la cárcel y que se investigue. Nosotros somos puros y transparentes no como el gobierno de facto, que dejó escapar al calvo de Entel con millones de la plata del pueblo en sus bolsillos y ahora vive feliz en Miami».
Y el medio titulará «Masista recuerda que Montes huyó a EEUU con millones en sus bolsillos».
Punto. Se acabó el escándalo en el imaginario popular.
Esa, señores, es la «formación política» que Quintana, los Linera, Moldiz y otros menos «iluminados» imparten a las bases de masistas cómplices, con buenos auspicios del propio Gobierno, como la Vicepresidencia en su tiempo, el Senado o ahora la EGPP.
Es decir, ellos mismos se pagan por sus cursos de adoctrinamiento en masa.
Capos manipuladores… unos hdp, pero capos!
Autor: Iván Rada