Las intensas lluvias en la ciudad de La Paz ocasionaron inundaciones en varias zonas, deslizamientos y desataron un desastre en el barrio Bajo Llojeta, dejando una niña de cinco años fallecida, 14 personas heridas, 40 viviendas dañadas y seis casas sepultadas por mazamorras. Este evento ha puesto en el centro del debate la falta de planificación y prevención por parte de la Alcaldía, según denuncias de vecinos y autoridades.
El diputado Alejandro Reyes criticó la gestión del alcalde Iván Arias, afirmando que la tragedia es producto de la ausencia de políticas de riesgo. “El alcalde debe ser imputado porque aquí hay omisiones e incumplimiento de deberes. Esto no es solo un accidente; es el resultado de no hacer el trabajo de prevención que se necesita en La Paz”, declaró Reyes, señalando que varios barrios permanecen en riesgo ante futuros desastres naturales.
Entre las responsabilidades de la Secretaría Municipal de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades, figura la implementación de planes para reducir el riesgo de desastres y la coordinación de sistemas de alerta temprana. Sin embargo, la falta de planes, estrategias y limpieza oportuna de sumideros y bocas de tormenta, una tarea crucial, agravó los efectos de las lluvias.
Los vecinos de Bajo Llojeta y otras zonas afectadas acusaron al alcalde de condicionar el uso de maquinaria municipal al apoyo político. Beatriz Barrientos Jiménez, representante vecinal de Alto Sopocachi Cristo Rey, denunció esta práctica como “indignante y politizada”.
Frente a las críticas, el alcalde Iván Arias sostuvo que la responsabilidad del colapso del sistema de drenaje recae en la ciudadanía por la acumulación de basura en las calles. Sin embargo, expertos y vecinos han señalado que el problema también deriva de la falta de mantenimiento y coordinación con EPSAS. Asimismo, Arias apuntó a supuestas estrategias de desinformación promovidas por la empresa Kantutani, como responsables de manipular la percepción pública sobre el desastre de Bajo Llojeta. Sin embargo, esta acusación ha sido insuficiente para contener el malestar de la población afectada.
“La Alcaldía debe tomar medidas inmediatas y sostenibles para prevenir futuros desastres. Esta tragedia es un llamado de atención para que las autoridades prioricen la seguridad”, afirmaron vecinos.
El desastre en Bajo Llojeta deja una marca indeleble en la ciudad y evidencia la necesidad urgente de implementar estrategias efectivas de gestión de riesgos, antes de que otras zonas vulnerables enfrenten un destino similar.