La ciudad de La Paz vivió otra noche de emergencia debido a intensas lluvias que generaron la crecida de ríos, destruyeron muros de contención y obligaron al cierre de la avenida Costanera, una vía clave que conecta la zona sur con el centro paceño.
El alcalde Iván Arias inspeccionó las zonas afectadas, reportando que la lluvia se concentró en las cuencas de Huayllani, Irpavi, Achumani y Huayñajahuira. “En estas dos horas la lluvia se focalizó en la cuenca sur, pero ahora se está desplazando al centro, donde activaremos alertas en el río Choqueyapu”, explicó Arias.
La intensidad de la lluvia, que duró más de dos horas, movilizó a autoridades municipales para atender desbordes en los ríos Achumani y Huayñajahuira. Fabricio San Martín, subalcalde del macrodistrito Sur, detalló las acciones inmediatas: “Hemos cortado el carril de subida de la Costanera para precautelar la seguridad de los ciudadanos, además de desplegar maquinaria y personal en las áreas afectadas.”
Videos difundidos por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz mostraron muros de contención colapsados y la inundación de varias zonas. Aunque no se reportaron pérdidas humanas, los daños materiales generaron gran preocupación entre los residentes.
En Bajo Llojeta, una zona que sufrió una mazamorra en noviembre pasado, la situación no fue tan grave, pero la acumulación de agua despertó temores entre los vecinos. “No hubo emergencias mayores, pero estamos atentos”, añadió San Martín.
Las autoridades reiteraron el llamado a los paceños a evitar transitar cerca de ríos y puentes durante las lluvias, destacando el riesgo de incidentes mayores en estas áreas.
Sin embargo, vecinos de la zona sur expresaron su descontento ante la falta de soluciones estructurales por parte de la Alcaldía. “La improvisación con gaviones y la inhabilitación de la avenida Los Sargentos nos obliga a caminar entre barro para llegar a nuestras casas,” denunció un residente afectado.
La Paz, una ciudad atravesada por más de 300 ríos, enfrenta cada año los efectos de lluvias torrenciales. Los reclamos ciudadanos y los constantes desbordes destacan la necesidad de una planificación a largo plazo que garantice la seguridad de la población ante estas emergencias climáticas recurrentes.