El municipio de Quime, en la provincia Inquisivi (La Paz), enfrenta una crisis humanitaria tras el desborde de los ríos Kuyuna y Quime, provocado por intensas lluvias. El desastre, que comenzó en la madrugada de este sábado, dejó carreteras destruidas, decenas de viviendas afectadas y a la población prácticamente aislada.
El gobernador de La Paz, Santos Quispe, expresó su solidaridad con los damnificados y anunció la movilización de recursos. “Estamos trabajando junto al subgobernador Bernabé Mamani para atender esta emergencia. Ya hemos enviado maquinaria pesada para ayudar en las zonas afectadas”, declaró Quispe.
Las labores de emergencia están coordinadas por la Dirección de Gestión de Riesgos y Atención de Desastres de la gobernación. Según el reporte oficial, los trabajos iniciales se centran en habilitar vías y reducir el impacto de las inundaciones. “La maquinaria está operando sin pausa para evitar mayores daños y brindar apoyo a las familias afectadas”, informaron desde la institución.
Pobladores relataron el impacto devastador del fenómeno natural. “Estamos sufriendo un desastre natural. Muchas familias han perdido todo y el acceso vial está destruido. Necesitamos ayuda urgente”, expresó un habitante de Quime en un video compartido en redes sociales.
La falta de servicios básicos agrava la situación. Un poste de electricidad fue arrastrado por la corriente, dejando a la población sin energía eléctrica, mientras que el suministro de agua potable está interrumpido. Autoridades locales piden colaboración urgente para enviar alimentos, agua y materiales de emergencia.
Una de las víctimas, una mujer de la tercera edad, contó entre lágrimas que perdió su criadero de truchas y que el agua inundó su vivienda. “Lo hemos perdido todo, nuestras pertenencias, nuestros ingresos. Todo se lo llevó el río”, relató.
La población afectada sigue a la espera de una respuesta más amplia del gobierno central y de Defensa Civil. Mientras tanto, organizaciones sociales y comunidades cercanas inician campañas para recolectar víveres y ropa destinada a los damnificados. La prioridad es evitar más pérdidas humanas y materiales en esta zona golpeada por el desastre.