Cuatro partidos perdidos al hilo son muchos en la era moderna de este torneo. La selección nacional acabó, además, muy superada por Argentina, y eso que Messi y compañía jugaron a media máquina.
Cero puntos, como en un par de ediciones anteriores, 10 goles en contra que gracias a Carlos Lampe no fueron muchos más y solamente 2 a favor, ambos convertidos por Erwin Saavedra, son los fríos números de la Verde que se marcha del certamen como el peor equipo, el único, entre los 10 participantes, que no logró puntuar nada.
Sus partidos ante Paraguay (3-1) y frente a Argentina (4-1) fueron los más flojos, a diferencia de las también caídas ante Chile (1-0) y Uruguay (2-0)
Argentina fue muy superior y Bolivia, muy inferior. Así se resume el encuentro que cerró el Grupo A de esta edición copera. Futbolísticamente fue abismal la diferencia. Encima, fue inexistente eso que a veces reemplaza las falencias físicas y técnicas, porque también la actitud fue pobre.
Y eso que Lionel Messi, autor de dos goles, y compañía no se exigieron demasiado, les alcanzó, y sobró, con jugar a media máquina, incluso para que la diferencia fuera aún más amplia.
Haciendo un recuento de opciones, está claro que la Verde se libró de una paliza mayor. Desaparecido el equipo, superado siempre, fue Argentina vs. Lampe.