El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, rechazó este sábado el informe de Fitch Ratings, que redujo la calificación crediticia de Bolivia a «CCC-«, reflejando serios riesgos económicos. “Los indicadores muestran una economía que está funcionando hacia adelante”, aseguró Montenegro en conferencia de prensa.
Según Fitch, la rebaja responde a la disminución de reservas internacionales y la falta de medidas correctivas en política fiscal y económica. “El margen de seguridad continúa erosionándose”, detalla el reporte. Montenegro criticó la evaluación y destacó que el país cumple puntualmente con la deuda externa, a pesar de la “iliquidez” que enfrenta.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, monseñor Giovani Arana, señaló que la escasez de dólares afecta incluso a la Iglesia Católica, dificultando el retiro de donaciones internacionales. “Nos sentimos perjudicados por la falta de divisas, que limita nuestras obras sociales”, afirmó Arana, llamando a las autoridades a tomar medidas urgentes.
Bolivia enfrenta una grave crisis de divisas que persiste desde hace dos años. Expertos atribuyen la situación a la caída en las exportaciones y la reducción de ingresos por gas. El dólar paralelo se cotiza hasta un 60% más alto que el tipo de cambio oficial, generando alzas en precios y descontento social.
Montenegro defendió las políticas gubernamentales, señalando un crecimiento del 2,6% en 2024 pese a los bloqueos y conflictos sociales. Sin embargo, especialistas alertan que el crecimiento podría desacelerarse al 1,5% en 2025. “La economía afronta dificultades, pero avanza”, reiteró Montenegro.
El informe de Fitch también proyecta retos mayores para Bolivia en 2026, cuando deberá pagar $us 333 millones en eurobonos en un contexto de baja liquidez. Aunque asegura que el país cumplirá sus obligaciones en 2025, advierte de crecientes incertidumbres.
El impacto de esta situación se refleja en el mercado interno. La inflación interanual alcanzó el 10% en diciembre, y sectores como el empresarial y productivo enfrentan desafíos. Monseñor Arana resumió el sentir de muchos: “Esto debe alertar a nuestras autoridades; la gente lo percibe en el alza de la canasta familiar”.
Con las elecciones generales de 2025 en el horizonte, las tensiones políticas y económicas colocan a Bolivia en una encrucijada. Fitch insta al país a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor deterioro financiero y social.