Luis Arce enfrentó duras críticas tras su polémica respuesta sobre la escasez de combustible en Bolivia. Al ser consultado por la prensa sobre el problema, el mandatario se limitó a decir: «Ya va a haber», lo que generó indignación en sectores opositores y ciudadanos afectados.
El empresario y precandidato presidencial Samuel Doria Medina lanzó un desafío directo a Arce: “Lo desafío a que haga cola de tres a 36 horas para conseguir combustibles. A ver si dice lo mismo”, escribió en sus redes sociales, reflejando el malestar generalizado.
El empresario Marcelo Claure también expresó su desconfianza en la gestión del gobierno: “Qué poca confianza me da… ‘Ya va a haber’, que Dios nos salve”, publicó en la red social X, sumándose a las críticas.
Desde Santa Cruz, el vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, Agustín Zambrana, fue aún más duro y exigió explicaciones al gobierno. “¡Dé la cara, Sr. Arce! No sea cobarde y díganos, ¿dónde está nuestro dinero de los bolivianos para pagar combustible?”, reclamó en un tono desafiante.
El diputado de Creemos, Walthy Eguez, calificó la crisis como un «fracaso del modelo económico del MAS» y aseguró que el país se encamina a un cambio con las próximas elecciones. «Tenemos más de 1.500 camiones de carga pesada paralizados, 2.000 cisternas esperando en Paraguay, Argentina, Chile y Perú. El país retornará a la senda del progreso con el nuevo gobierno”, afirmó.
El gobierno justificó la falta de combustible atribuyéndola a una supuesta sobredemanda durante el Carnaval, aunque este problema ya se había registrado en 2023. La población, sin embargo, no acepta la explicación y exige soluciones inmediatas.
Las filas en las estaciones de servicio siguen aumentando desde mediados de febrero, afectando a transportistas y sectores productivos. En respuesta, varios gremios han anunciado movilizaciones para la próxima semana, elevando la tensión social y política en el país.
El desabastecimiento de combustibles se suma a los desafíos económicos que enfrenta Bolivia, mientras la incertidumbre crece y la presión sobre el gobierno de Arce se intensifica.