Vladímir Putin, lanzó una audaz propuesta a Estados Unidos: probar la efectividad de sus sistemas de defensa antimisiles en un «duelo» contra los nuevos misiles hipersónicos rusos. La propuesta incluye realizar el experimento en la capital ucraniana, Kiev.
“Que elijan cualquier instalación en Kiev, concentren allí todos sus sistemas antimisiles, y nosotros atacaremos con un Oréshnik. Veremos qué pasa. Estamos preparados para ese experimento”, declaró Putin durante su conferencia de prensa anual.
El mandatario calificó este desafío como un “duelo de alta tecnología del siglo XXI” y destacó las capacidades del misil Oréshnik, cuya distancia máxima de alcance es de 5.500 kilómetros. Según Putin, los sistemas occidentales no tendrían posibilidad alguna de interceptar el proyectil: “En segundos, comienza la separación de las ojivas. No tienen ninguna opción de derribarlos”.
Putin también criticó el escudo antimisiles de Estados Unidos, afirmando que es costoso y de eficacia limitada. “Hemos trabajado mucho para superar ese escudo. Su sistema no garantiza la seguridad de su país”, afirmó el líder ruso.
En su intervención, recordó que la OTAN ha desplegado 24 baterías antimisiles en Rumanía y Polonia, con un alcance aproximado de 1.000 kilómetros. No obstante, aseguró que incluso si el sistema ruso estuviera a 2.000 kilómetros, los interceptores occidentales serían ineficaces.
El mandatario insistió en que la nueva tecnología militar hipersónica de Rusia, representada por el Oréshnik, hace innecesario el uso de armas nucleares. “Nuestra capacidad tecnológica supera cualquier barrera. No necesitamos armamento atómico para defendernos”, subrayó.
El misil Oréshnik fue utilizado por primera vez el pasado 21 de noviembre contra una fábrica militar en Ucrania, en lo que Putin calificó como una demostración de su poderío tecnológico.
Esta propuesta y las declaraciones de Putin llegan en un momento de tensiones extremas entre Rusia y Occidente, lo que podría abrir un nuevo capítulo en la carrera armamentística global.