El gobierno y expertos de Bolivia coincidieron en plantear cambios en la vigente Ley de Hidrocarburos para incentivar y atraer inversión extranjera orientada a potenciar las reservas de gas natural, ante el decrecimiento de la producción en los campos petroleros y los escasos resultados en las tareas de exploración.
El experto en hidrocarburos y ex presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Carlos Delius, dijo a Xinhua que al igual que el resto de los sectores productivos, la industria hidrocarburífera del país sufrió los efectos de la pandemia COVID-19 por el desplome del precio global del petróleo y la baja demanda.
En este contexto, precisó que la gestión del presidente Luis Arce tiene que dinamizar al sector porque genera más del 30 por ciento de los ingresos por exportaciones para el país sudamericano.
A juicio del experto, uno de los primeros emprendimientos que se debe hacer es replantear las políticas estatales para hacer sostenible el mercado interno, y cambiar la Ley de Hidrocarburos para impulsar las inversiones externas en exploración.
Advirtió que en el mediano plazo Bolivia se arriesga a enfrentar escasez de combustibles porque la producción actual está en descenso y recién se están encarando nuevas exploraciones.
A su vez, el gerente general del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, dijo a Xinhua que la crisis sanitaria mundial por la COVID-19 dejó a Bolivia con «graves afectaciones en su comercio exterior», principalmente promovido por la baja en la venta del gas y minerales.
Señaló que las prioridades de un plan para enfrentar la crisis del sector pasan por emprender estrategias de atracción de inversiones para la exploración, aumentar las reservas de hidrocarburos, diversificar la oferta y garantizar el abastecimiento de gas al mercado interno.
Consideró urgentes reformas y medidas de corto y mediano plazo que permitan fortalecer a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), y que sea parte de la reactivación económica en el país sudamericano.
Recordó que en 2009 las reservas de gas ascendían a los 9,9 trillones de pies cúbicos (TCF). En 2013, la certificación de reservas estableció 10,45 TCF y la certificación del año pasado reveló que las reservas se habían incrementado a 10,7 TCF.
Por su lado, el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Franklin Molina, propuso el lunes, en una comparecencia en el Senado, trabajar inmediatamente en alternativas para fortalecer las reservas de gas, como la modificación de la Ley de Hidrocarburos.
Expuso la situación de las reservas de gas mermadas y de la necesidad de una autocrítica que permita replantear planes de corto y mediano plazo.
«No tenemos incremento de las reservas de gas, esto nos lleva a repensar todo el marco normativo (…). Los resultados no han sido los esperados y necesitamos en este momento incorporar reservas», reconoció el ministro.
En este escenario, el analista de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, manifestó que las normas vigentes en Bolivia no incentivan la inversión en exploración, y prueba de ello es que desde el año 2006 las inversiones estuvieron orientadas en la explotación y construcción de plantas, muy poco en la exploración.
Sobre las condiciones del régimen fiscal, regalías e Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), que otorgan al Estado un 70 por ciento de la renta petrolera, el experto dijo que promueven la exploración cuando se trata de un megacampo y se deja de lado los pequeños.
En consecuencia, planteó como clave hacer algunos ajustes a la Ley de Hidrocarburos vigente para incentivar la inversión.
Asimismo, señaló oportuno replantear la política de industrialización del gas y buscar nuevos mercados en la región, al margen de Brasil y Argentina, como acción fundamental para acomodar la producción.
Tomado de la agencia Xinhua