La difusión de un vídeo que muestra la decapitación de un militar ucraniano por presuntas tropas rusas ha generado la condena del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien ha instado a la comunidad internacional a «reaccionar». El mandatario ha denunciado que este tipo de abusos no pueden convertirse en «la nueva normalidad» y ha apelado a la «responsabilidad legal» de los militares rusos, llamando a «sentenciar a los asesinos».
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha iniciado una investigación para dar con los responsables del crimen, del que no se tienen detalles. «Hay algo que el mundo no puede ignorar: lo fácil que matan estas bestias», ha señalado Zelenski, en un mensaje de condena ante la «ejecución» de un compatriota.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha condenado el «horrible vídeo» y ha calificado de «absurdo» que Rusia, que «es peor que Estado Islámico», presida este mes el Consejo de Seguridad de la ONU. «Los terroristas rusos deben ser expulsados de Ucrania y de la ONU y rendir cuentas por sus crímenes», ha agregado.
El asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, ha expresado su indignación ante las imágenes y ha afirmado que «Rusia es un país caníbal, de lo que, además, alardea». Podoliak ha invitado a los posibles «pacificadores» a observar «cuidadosamente» y «una y otra vez» el vídeo.
El hecho ha generado una ola de condenas por parte de las autoridades ucranianas y de la comunidad internacional, que ha reaccionado ante la barbarie del suceso. El presidente Zelenski ha pedido a los líderes mundiales que no olviden lo sucedido y ha prometido que no habrá perdón «para los asesinos».