Nicolás Maduro fue juramentado este viernes como presidente de Venezuela para el período 2025-2031, en una ceremonia liderada por la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo. La sesión se desarrolló en medio de controversias, ya que la oposición asegura que los comicios de julio pasado fueron ganados por Edmundo González Urrutia.
El acto de juramentación estuvo encabezado por el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, aliado del chavismo. Maduro prometió un nuevo periodo enfocado en «la paz, la prosperidad y la nueva democracia». “Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela y ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos”, expresó el mandatario durante su discurso.
La oposición venezolana, representada por una mayoría que no reconoce la legitimidad de la Asamblea Nacional actual, denunció que los resultados de las elecciones presidenciales fueron manipulados. En este sentido, reiteraron que su candidato, Edmundo González, fue el verdadero ganador. “Maduro sigue usurpando el poder, ignorando la voluntad popular expresada en las urnas”, señaló en un comunicado el bloque opositor.
Las tensiones políticas en Venezuela se han intensificado en las últimas semanas. Organizaciones internacionales y países observadores han manifestado preocupación por el desarrollo de los comicios y las denuncias de irregularidades. Mientras tanto, el oficialismo asegura que el proceso fue transparente y ajustado a la Constitución.
Maduro, quien ha gobernado Venezuela desde 2013, inicia este nuevo mandato con promesas de estabilidad económica y reconciliación nacional, aunque enfrenta un contexto internacional adverso, con sanciones económicas y un creciente aislamiento político. “El pueblo venezolano necesita unidad, y estamos aquí para garantizar que esa unidad sea una realidad”, afirmó durante la ceremonia.
Con el control del Parlamento y el respaldo de las Fuerzas Armadas, Maduro se enfrenta al reto de gobernar un país profundamente dividido, en medio de críticas por su manejo económico y denuncias de violaciones a los derechos humanos. La oposición, por su parte, ha convocado movilizaciones en distintas ciudades para rechazar la legitimidad del nuevo mandato.
La juramentación de Nicolás Maduro marca un nuevo capítulo en la crisis política de Venezuela, con un gobierno fortalecido en el poder, pero con una legitimidad cuestionada tanto dentro como fuera del país.