En medio de una crisis económica, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró que el modelo económico del Movimiento Al Socialismo (MAS) no ha fallado, sino que los problemas derivan de “fallas humanas” y descuidos en su implementación.
“No podemos decir que ha fallado algo si no se ha aplicado estrictamente en su integridad. Si hubo un fallo de las autoridades del sector hidrocarburos, no es culpa del modelo,” afirmó Montenegro en defensa del plan económico vigente desde 2006.
El modelo económico masista se basa en dos pilares: los sectores estratégicos como hidrocarburos y minería, que deberían generar excedentes, y el sector generador de ingresos y empleo, compuesto por empresas públicas. Según Montenegro, los ingresos se redistribuyen en programas sociales y bonos, pero admitió que no se invirtió lo suficiente en industrialización y exploración de reservas de gas.
Desde 2015, indicadores clave como las Reservas Internacionales Netas (RIN) y la recaudación por exportación de gas han disminuido, mientras que el gasto público continuó creciendo. “Las ganancias debían reinvertirse, pero no se hizo. No es falla del modelo, sino de las autoridades de ese momento,” subrayó Montenegro.
El país enfrenta una aguda escasez de dólares desde 2023, lo que obligó al Gobierno a recurrir a deuda externa para sostener el aparato estatal, dado que muchas empresas públicas son deficitarias. “La situación económica requiere medidas estructurales,” advirtió un analista económico independiente.
Montenegro también mencionó el potencial del proyecto Mayaya X1 como un ejemplo de avances recientes. “Va a estar para el pueblo boliviano en cinco o seis años con un potencial ya de 1.7 TCFs,” destacó, aunque reconoció que los resultados no serán inmediatos.
Por otro lado, economistas críticos del MAS señalan que el modelo fue sobreexplotado durante el auge de precios de materias primas, sin previsión para el futuro. “Luis Arce, como ministro de Economía en su momento, debió alertar a la población sobre el mal manejo del modelo,” enfatizó un experto en finanzas públicas.
Mientras el debate sobre el modelo económico continúa, la crisis de reservas y la dependencia de la deuda externa mantienen a Bolivia en una posición vulnerable. “Es necesario repensar el modelo y adaptarlo a la realidad actual,” concluyó un economista independiente.