México acusó el martes al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de hacer uso «faccioso» de la misión de observación electoral para avalar un «supuesto fraude» en los comicios generales de Bolivia, en 2019.
Durante el período ordinario de sesiones de la OEA, el subsecretario de México para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, acusó a la Secretaría General del organismo de «extralimitar el carácter técnico de las misiones de observación electoral» y de «utilizar sus facultades administrativas para la toma de decisiones políticas».
«En las elecciones de Bolivia en 2019, la Secretaría General utilizó de manera facciosa a la misión de observación electoral, para denunciar prematuramente un supuesto fraude que nunca existió», dijo Reyes Zúñiga.
Para el subsecretario mexicano, el uso faccioso de la misión de observación electoral terminó generando «inestabilidad, violencia y desorden constitucional» en Bolivia. Además de crear «un entorno internacional de confrontación».
«Ustedes han deslegitimado a las misiones de observación electoral y han llevado a la organización a un choque con la realidad democrática que vivimos hoy en día con la región», apuntó Reyes.
La elección y el papel de la OEA
Durante las elecciones del 20 de octubre de 2019, Evo Morales obtuvo la victoria en primera vuelta, con 47,08 % de los votos, más de diez puntos porcentuales por encima de su rival, Carlos Mesa. No obstante, la pausa en la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) —un mecanismo que no es vinculante ni definitivo— durante la jornada electoral generó polémica y fue aprovechada por sectores de la derecha boliviana para alimentar la percepción de un supuesto fraude electoral.
«Jamás hubo fraude»: Lo que arroja la comparación entre los resultados objetados por la OEA en 2019 y los obtenidos ahora en Bolivia
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En un afán de transparentar el proceso, el Gobierno de Morales —quien se encaminaba a su cuarto mandato consecutivo— invitó a la OEA a realizar una auditoría de las actas computadas.
No obstante, en medio de una creciente polarización, la OEA publicó un informe preliminar, el 10 de noviembre de 2019, en el que instó a anular los resultados de las elecciones generales del 20 de octubre y convocar nuevos comicios. La Secretaría General admitía que restaba el informe final, pero alertaba sobre la supuesta «gravedad de las denuncias y análisis respecto al proceso electoral», que elaboró su propio equipo de auditores.
Horas después de la publicación del informe, Morales anunció la convocatoria a unas nuevas elecciones. Sin embargo, en el transcurso de la noche del domingo 10 de noviembre de 2019, el comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, y el de la Policía Nacional, Vladimir Calderón, le exigieron al jefe de Estado que dimitiera.
Seguidores de Evo Morales chocan con opositores, en La Paz, Bolivia, el 11 de noviembre de 2019.Carlos Garcia Rawlins / Reuters
Morales huyó del país para salvar su vida y se exilió en México, en donde permaneció un mes hasta llegar a Argentina, la nación en donde se encuentra asilado actualmente.
Tras el golpe de Estado contra Evo Morales y la autoproclamación de Jeanine Áñez como presidenta interina de Bolivia, investigadores independientes publicaron diversos análisis que documentaban que el informe final de la OEA fue «deficiente», estuvo basado en «datos incorrectos» y «técnicas estadísticas inapropiadas». Entre las conclusiones destacaban que el organismo usó un método estadístico inapropiado que creó artificialmente la apariencia de una ruptura en la tendencia de la votación.
Este miércoles, Reyes Zúñiga destacó que el pueblo boliviano dio una lección histórica tras los resultados de las elecciones del pasado domingo 18 de octubre, en donde el Movimiento al Socialismo (MAS) obtuvo una virtual victoria por más de 20 puntos porcentuales.
«Muy a pesar de usted, secretario general, y de su misión electoral», señaló. No obstante, el subsecretario mexicano consideró que a pesar de al vuelta al poder del MAS después del golpe de Estado, lo que ocurrió con la OEA en Bolivia en los comicios de octubre de 2019, «no debe repetirse jamás». (RT)