Una madre de familia agredió físicamente a una maestra y amenazó a otras dos en una unidad educativa, después de que su hijo perdiera el sexto de secundaria. Según el Magisterio Urbano, el hecho ocurrió el pasado sábado mientras el plantel docente cumplía la compensación de horas de invierno.
La dirigencia del Magisterio denunció que la madre ingresó al establecimiento junto a un grupo de padres y atacó verbal y físicamente a las profesoras, acusándolas de «matar psicológicamente» a su hijo al reprobarlo. Irma Ríos, ejecutiva del Magisterio Urbano, calificó la agresión como inaceptable. “Lamentamos que cada final de gestión nos encontremos con este tipo de situaciones,” señaló.
La agresora inicialmente negó las acusaciones, calificándolas de «difamación». Sin embargo, en una entrevista con Play Noticias, admitió haber tocado a una de las docentes. “Sí, la apunté y toqué su hombro porque se hizo la burla. Le di la vuelta para reclamarle por qué se agarró con mi hijo,” declaró.
Ríos informó que las maestras afectadas se encontraban “muy asustadas” tras el incidente, lo que refleja la vulnerabilidad de los docentes ante estos episodios. “Es preocupante que la violencia hacia los maestros se normalice cuando los estudiantes no cumplen con los requisitos académicos,” añadió la dirigente.
El caso fue remitido a la Dirección Distrital de Educación, que deberá evaluar las acciones correspondientes. Las maestras descartaron reconsiderar la aprobación del estudiante, quien tiene notas insuficientes en Física y Biología.
Por su parte, la madre acusó a las profesoras de acoso psicológico hacia su hijo, quien no podrá graduarse este año. Sin embargo, las contradicciones en su versión dificultan que la denuncia sea tomada en serio.
El Magisterio Urbano hizo un llamado a los padres de familia para que supervisen el desempeño académico de sus hijos durante todo el año escolar. “No es justo que los maestros carguen con la culpa por decisiones académicas que corresponden al esfuerzo de los estudiantes,” subrayó Ríos.
La violencia contra el personal educativo sigue siendo un problema recurrente, especialmente al cierre de gestión. El Magisterio exige a las autoridades medidas contundentes para proteger a los docentes y prevenir futuros ataques.