La intensa lluvia registrada en las últimas horas en La Paz ha generado nuevamente zozobra entre los vecinos de Bajo Llojeta, una zona golpeada por mazamorras en eventos anteriores. La crecida del río Pasajahuira ha provocado el cierre de la avenida Los Sargentos, avivando el temor a una nueva tragedia.
Los vecinos de la zona, muchos de ellos damnificados en desastres anteriores, expresaron su preocupación por la falta de soluciones estructurales. “Tememos perderlo todo otra vez. Nadie nos garantiza que esto no vuelva a suceder,” comentó Isabel Quispe, residente del lugar.
La crecida del río Pasajahuira no solo afecta la movilidad en la zona, sino también la tranquilidad de los habitantes, quienes recuerdan con angustia las pérdidas sufridas por los deslizamientos y mazamorras de años pasados.
Ante la emergencia, trabajadores municipales han cerrado el acceso a la avenida Los Sargentos como medida preventiva y exhortaron a la población a evitar transitar por esa vía, debido al riesgo.
Sin embargo, los vecinos denuncian que estas medidas son paliativas y que las autoridades no han ejecutado obras definitivas para mitigar el riesgo en la zona. “Solo reaccionan cuando pasa algo grave, pero seguimos esperando una solución real,” señaló otro residente afectado.
Bajo Llojeta es una de las zonas más vulnerables a desastres naturales en La Paz, debido a su ubicación en áreas de alto riesgo geológico y la falta de infraestructura adecuada para manejar crecidas de ríos y lluvias intensas.
En este contexto, los vecinos exigen que el municipio y las instancias competentes diseñen un plan integral que incluya obras hidráulicas, estabilización de suelos y reubicación de familias en riesgo. La falta de respuestas concretas ha incrementado la sensación de abandono en la comunidad.
Mientras tanto, las lluvias continúan siendo una amenaza latente. Los afectados claman por atención urgente antes de que el río Pasajahuira cobre nuevamente factura. “No queremos más pérdidas ni tragedias, solo queremos vivir tranquilos,” concluyó Quispe.