El gobierno me acusa, a través de sus medios, de haber ganado 150 mil bolivianos durante el gobierno de Jeanine. Comienzo preguntándome: ¿sería malo ganar 15 mil bolivianos por mes, que es lo que promedian los 150.000 denunciados ganados en 10 meses? No, no lo creo. Es más: me hubiese gustado ganar más. Sin embargo, vivimos esta guerra “hacia abajo” ciertamente perversa: eres mejor si demuestras que la política es y debe ser una actividad por vocación, no por (algo de) interés.
Este artículo tiene la intención de señalar la existencia de una nueva y poderosa oligarquía que gobierna hablando día y noche “a favor” de los pobres. Antes de explicarlo conviene aclarar lo siguiente: no me dieron el trabajo en canal 7 las autoridades ministeriales máximas (con quienes jamás hablé) y quienes me apoyaron fueron Gonzalo Rivera y Andrés Rojas; he ganado 69 mil bolivianos en 10 meses, por lo que el monto del que hablan (150 mil bolivianos) es una más de sus vulgares mentiras; y, se negaron a pagarme los últimos dos meses de salario. Ya ni quise (ni pude) reclamar.
Dicho esto, paso al análisis respectivo dando tres ejemplos.
Primer ejemplo, la diputada alteña Bertha Acarapi comenta sobre mi ganancia en tiempos de Jeanine: “es una vergüenza, ¿cómo en plena pandemia va a ganar tanto?”. Bueno, les comento que la señora Acarapi gana 21.450 bolivianos. Si multiplicamos los 21.450 bolivianos por 14 meses (tomando en cuenta el doble aguinaldo), la cifra que tenemos es de 301.000 bolivianos. ¡El doble de lo que supuestamente percibí! ¿Es lo peor? No, lo peor es que la población alteña tiene un promedio salarial de 1.400 bolivianos.
La mayoría aplastante de alteños gana ese monto. Acarapi gana ¡15 veces más que cualquier alteño promedio! Y, ¿cuánto recibirá Acarapi en diciembre, con sus dos aguinaldos y tres sueldos? Más o menos 64.000 bolivianos. Es decir, la diputada ¡ganará 45 veces más que cualquier alteño promedio a lo largo del mes de la Navidad!
Segundo ejemplo: el exministro y exdiputado José Pimentel ha salido a los medios a criticar “lo mucho que ha ganado Ayo”. ¿Cuánto ha ganado el señor? El “revolucionario” ha ganado más o menos un promedio de 25.000 bolivianos por mes durante por lo menos 10 años en los que estuvo de diputado, ministro y demás cuitas. ¿Qué significa eso? Significa que el “hombre de izquierda” ha ganado ¡ tres millones de bolivianos!
El valiente luchador por los pobres se ha embolsillado ¡tres millones de bolivianos! Eso significa 20 veces más del monto que se me acusa. Yo podría estar de acuerdo con esta ganancia si supiese que el caballero hizo algo a favor de los bolivianos. ¿Lo hizo? Les aseguro que si hago una encuesta nadie se acuerda de su existencia. Quizás alguno recuerde que Banzer lo dejó libre el año 1976. ¿Hizo un acuerdo con el dictador? Sí, es muy probable que lo hiciera, de lo contrario hubiese seguido preso.
Tercer ejemplo: el “periodista” Jimmi Iturri, precisamente quien difundió la noticia de mi salario: es dueño de un canal de 30 millones de dólares. No es dueño del total, pero sí de 2/3 partes por lo menos, es decir, de 20 millones de dólares. ¿Cómo lo logró? Podemos simplificar la historia sin ánimo de exagerar: por su sumisión al MAS. ¿Cuánto ganó por mes? Tengamos en cuenta que 20 millones de dólares son 140.000.000 de bolivianos. Los 14 años de gobierno del MAS suponen un total de 168 meses. Vale decir, el “izquierdista” ganó 833.000 bolivianos por mes, frente a este escribidor que ganó, supuestamente, 15.000 bolivianos por mes (aunque en verdad gané 6.900 bolivianos por mes). Ganó lo mismo que 417 bolivianos con un salario mínimo de 2.000 bolivianos.
En suma, quienes sigan creyendo que los “revolucionarios” luchan por la gente humilde se equivocan. Luchan por/para sí mismos. Sus discursos grandilocuentes a favor de los pobres y/o indígenas sólo sirven para justificar su enriquecimiento personal. Si en el camino tratan de desprestigiarnos, es normal. Lo hacen para sacar del paso a los que osan decirles lo que son: una nueva, poderosa aunque ciertamente mentirosa oligarquía.
Autor: Diego Ayo