Maximiliano Dávila, exjefe antidroga durante el gobierno de Evo Morales, fue extraditado este jueves a Estados Unidos, donde será procesado por delitos relacionados con el narcotráfico. El operativo se llevó a cabo en la madrugada, iniciando con su traslado desde el penal de San Pedro hasta el Aeropuerto Internacional de El Alto.
Según fuentes policiales, el traslado ocurrió bajo estrictas medidas de seguridad. «El procedimiento fue realizado conforme a la normativa internacional,» afirmó el general Augusto Juan Russo Sandoval, comandante de la Policía Boliviana, quien supervisó la operación. Dávila partió a las 07:00, haciendo escala en Lima antes de dirigirse a Nueva York.
La DEA inició investigaciones contra Dávila en 2019, identificando una red transnacional de narcotráfico que operaba en Bolivia, Perú y Colombia. Esta organización se dedicaba principalmente a la exportación de cocaína hacia Estados Unidos, pero también traficaba otras sustancias ilícitas.
Con la extradición concretada, el excoronel enfrentará un proceso penal en la Corte del Estado de Nueva York. «Se trata de un caso de alta relevancia internacional que involucra delitos graves,» indicó un portavoz de la fiscalía estadounidense.
El gobierno boliviano también está bajo presión para esclarecer los posibles vínculos del exjefe antidroga con altos funcionarios de gestiones anteriores. «Este caso refleja la profundidad del problema del narcotráfico en el país,» comentó el analista en seguridad Carlos Rojas, destacando la necesidad de reformas estructurales en la lucha contra las drogas.
En Bolivia, la extradición de Dávila reavivó el debate sobre las políticas antidrogas aplicadas en gestiones pasadas y actuales. Organizaciones civiles han exigido «mayor transparencia y rendición de cuentas» por parte de las autoridades involucradas en la selección de jefes policiales.
El director nacional de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, prometió un informe detallado sobre el operativo en las próximas horas. Mientras tanto, la atención internacional está puesta en el desarrollo del juicio en Estados Unidos, donde se espera que salgan a la luz más detalles sobre la red de narcotráfico.
La extradición de Dávila representa un golpe significativo para las estructuras del narcotráfico en Bolivia y abre un nuevo capítulo en la cooperación entre Bolivia y Estados Unidos en la lucha contra este delito.