“El temor afecta a nuestros niños, debemos estar pendientes de ellos, por ejemplo, hay dos situaciones que no podemos descuidar, una de ellas es la displasia de cadera, frecuente en nuestra población; el diagnóstico se debe hacer hasta los tres meses con los insumos que corresponden en ecografía y radiografía. Si por el temor de no ir a un hospital no hacemos este estudio, se provocará en ese niño cojera o dislocación de cadera, para toda la vida. Otra situación, es la pérdida del esquema de vacunación nacional, se debe realizar en el primer año de edad del niño, protegen contra 8 enfermedades mortales; muchas mamás, por el temor a la pandemia, no llevan a sus niños a vacunarse”, informó el Dr. Luis Bedregal, Pediatra y Director Médico del Hospital Arco Iris.
El Dr. Casto Navia, Jefe de la Unidad del Sistema de Salud del SEDES La Paz, sostuvo que el SEDES, con la estrategia de “Vigilancia epidemiológica activa comunitaria” implementada el año pasado, “se encontró grupos como las mujeres embarazadas que no hicieron controles pre natales, por miedo. Estamos trabajando para que la población retome la confianza en el sistema y atiendan sus patologías”, dijo la autoridad. Por su parte, la Dra. Yael Cazón Angelo, Directora Ejecutiva del Hospital Arco Iris, dijo que el temor es un efecto colateral de la pandemia y que aún está presente en la segunda ola, “nadie quiere ser víctima o verdugo, ya vamos un año conviviendo con la enfermedad, hemos visto que las personas tienen temor al ir a los hospitales, temor a internarse, sufren estados depresivos y de ansiedad”, concluyó.