Un grupo de arqueólogos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú ha hecho un sorprendente hallazgo en la costa central del país. Se trata de un templo con aproximadamente 4000 años de antigüedad que alberga una cruz andina en uno de sus frisos. Esta cruz, que los expertos creen que estaría completa, podría ser la evidencia más antigua en América del Sur de una «chacana».
El templo, que tiene forma de «U», se encuentra en el valle bajo del río Chancay, dentro del sitio arqueológico de Miraflores, en la provincia costera de Huaral, a unos 95 kilómetros al norte de Lima. Esta estructura ceremonial está sepultada y rodeada de campos de cultivo, abarcando alrededor de 70 hectáreas. Está compuesta por una pirámide y dos montículos alargados que forman una amplia plaza ceremonial en su centro.
El equipo de arqueólogos, dirigido por el doctor Pieter Van Dalen Luna, ha estado trabajando en este sitio desde enero. Según Van Dalen, el templo pertenecería al periodo formativo andino y sería uno de los más grandes de la costa central de Perú, en la parte baja de la Cordillera de los Andes. Durante las excavaciones, se han descubierto muros, pasadizos, escalinatas, artefactos rituales y cerámicas de estilo temprano.
Recientemente, se encontró un muro de piedras y adobe de tres metros de altura en un recinto ubicado en la parte superior y posterior de la pirámide principal. Los expertos lo describen como un friso con forma geométrica que representa una cruz del sur, posiblemente la chacana completa más antigua encontrada en los Andes.
La chacana es un símbolo recurrente en las culturas originarias de los Andes. Tiene forma de cruz cuadrada y escalonada, con doce puntas y un centro circular. Hasta ahora, los arqueólogos de Miraflores han excavado la mitad del friso que resguarda la chacana, pero creen que la cruz estará completa. De confirmarse, sería el hallazgo más antiguo de este tipo, no solo en Perú, sino en toda la cordillera de los Andes.
Este descubrimiento es significativo, ya que es la primera vez que se encuentra una chacana en un contexto arquitectónico de la costa central del Perú. Según Van Dalen, esto evidencia que el culto a la chacana no se limita al sur del país, sino que se extiende por toda la región andina.
Durante el periodo formativo, este templo era un centro ceremonial dedicado principalmente al culto del agua. Por esta razón, su estructura está orientada hacia la naciente del río Chancay y de espaldas a las aguas del océano Pacífico, según explicaron los especialistas.