Los carniceros de La Paz acataron este jueves el paro indefinido convocado por la Federación Departamental de Carniceros (Fedecar), cerrando mercados y protestando por el alza del kilo gancho de la carne. Esta medida se suma a la protesta nacional iniciada por la Confederación Nacional de Trabajadores en Carne de Bolivia (Contracabol) contra el incremento de precios en el ganado en pie.
En mercados como el Rodríguez, Garita de Lima y Lanza, los comerciantes cerraron sus puestos de venta, siguiendo la vigilancia del control sindical. “Estamos cumpliendo con el paro porque el precio es insostenible para nosotros y para los consumidores,” declaró Alan Muñoz, comerciante del Mercado Lanza.
La Contracabol exige al Gobierno que suspenda las exportaciones de carne de res hasta que se estabilicen los precios en el mercado interno. Además, piden reforzar los controles fronterizos para evitar el contrabando, que según el sector, también incide en la crisis de abastecimiento.
El precio del kilo gancho ha experimentado un fuerte aumento en los últimos meses. “Antes lo comprábamos a Bs 23 o Bs 24,50; ahora nos lo están vendiendo a Bs 32 e incluso hasta Bs 35,” explicó Muñoz. Este incremento se refleja en los precios al consumidor, donde la carne de primera calidad subió de Bs 50 a Bs 60 por kilo.
Los carniceros alertan que esta situación afecta directamente a las familias bolivianas. “Las caseritas ya no llevan lo mismo que antes. Ahora están comprando lo que alcanza con Bs 20, cuando antes llevaban más cantidad,” agregó Muñoz.
Aunque el paro fue acatado a medias en los primeros días en otras regiones del país, en La Paz la medida ha cobrado fuerza, dejando varios mercados desabastecidos. Este panorama preocupa a los consumidores, quienes deben buscar alternativas para completar su alimentación diaria.
El Gobierno aún no se ha pronunciado sobre las demandas del sector. Sin embargo, analistas advierten que una prolongación del paro podría generar desabastecimiento crítico de carne de res, pollo y cerdo, afectando a toda la cadena alimentaria.
Los carniceros han advertido que no levantarán la medida hasta que se encuentren soluciones concretas. “No queremos perjudicar, pero necesitamos respuestas. Esto no es sostenible,” concluyó un representante de Fedecar en declaraciones a medios locales.