Carlos Mesa anunció este viernes que no será candidato presidencial en las elecciones generales de 2025. En un mensaje difundido a través de sus redes sociales, el líder político explicó su decisión como un acto de convicción personal. “He decidido no presentarme como candidato a la presidencia del Estado, porque creo que ese no es el rol que hoy me toca”, expresó.
Mesa, quien fue presidente de Bolivia entre 2003 y 2005, además de candidato en 2019 y 2020 con Comunidad Ciudadana, señaló que su aporte a la política boliviana está orientado a la renovación generacional y el fortalecimiento de la democracia. “Bolivia ha sido la razón de ser de mi vida. Creo haber contribuido con un compromiso ético, con una visión democrática y con la construcción de una nueva generación de líderes”, afirmó.
El también historiador y periodista destacó la importancia de priorizar la unidad y la reconciliación en el país en un momento crítico. Según Mesa, la construcción de un proyecto político democrático sólido debe estar fundamentada en la tolerancia y el respeto.
A pesar de su decisión de no postularse, Mesa continuará liderando Comunidad Ciudadana hasta el término de su periodo legislativo, previsto para el 8 de noviembre. Durante su mensaje, enfatizó su compromiso con la oposición democrática. “Del bloque opositor surgirá el próximo presidente de la nación”, señaló con confianza.
En el bloque opositor convergen otras figuras políticas como Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina y Luis Fernando Camacho, quienes trabajan en la búsqueda de una candidatura única capaz de enfrentar al Movimiento Al Socialismo (MAS) en 2025.
Mesa también subrayó su voluntad de seguir contribuyendo al debate político nacional desde otros roles. “No me retiro de la política, pero asumo un papel diferente, orientado a construir unidad y fortalecer los principios democráticos que Bolivia necesita”, aseguró.
Este anuncio marca un cambio significativo en el panorama político boliviano, donde Mesa ha sido una de las principales figuras de oposición en los últimos años. Su decisión plantea nuevos retos para el bloque opositor, que busca consolidar una estrategia común frente al oficialismo.
Con esta postura, Mesa refuerza su legado como un defensor de la democracia y abre el camino para una nueva generación de líderes en Bolivia. “La política no es solo llegar al poder, sino construir un país mejor desde donde estemos”, concluyó.