La homilía dominical del arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, despertó la sorpresa de propios y extraños al estar intrínsecamente relacionado a los casos de corrupción develados en el aparato estatal como en el ámbito privado, por lo que recomendó la puesta en escena del debate sobre un nuevo pacto fiscal.
Gualberti consideró que tenemos que responder con espíritu de justicia y de solidaridad y con instrumentos concretos como el Pacto Fiscal, reclamado por tantos sectores y regiones del país, para que sostenga, dijo, una verdadera descentralización económica, expresión auténtica de democracia y oportunidad de vida digna para todos.
En ese espíritu, Gualberti llamó a las autoridades a calmar la tensión política generada en el último tiempo, a raíz de las campañas político electorales.