La expresidenta Jeanine Áñez, mediante una carta, reiteró que en Bolivia no hubo «golpe de Estado» y responsabiliza por su salud a autoridades de Gobierno.
“Jamás fui terrorista. Asumí la presidencia por sucesión constitucional para pacificar Bolivia. No hubo golpe, hubo fraude”, aseguró.
La exmandataria denunció abusos en su detención, más de un centenar de uniformados llegó a su casa y “torturó” a sus sobrinos de 20 y 28 años de edad.
Denunció que ahora pretenden llevarse su salud, impidiendo que sea atendida por médicos independientes y yendo en contra de una orden judicial que instruye trasladarla a una clínica.
“No confío en los médicos del gobierno. Ellos son parte del sistema del abuso y represión y ya han demostrado que están dispuestos a arriesgar mi vida inyectándome medicación de alto riesgo sin precauciones y estudios previos, con el solo fin de mantenerme en sus celdas”, alertó.
“Querido pueblo boliviano: Soy una madre soltera y si llegan a matarme por uno u otro medio, sólo quiero pedir al pueblo boliviano que vele por la seguridad de mis hijos y mi familia y que Bolivia no se rinda jamás frente a la dictadura y la persecución política. No van a doblegar mi espíritu, ni van a cambiar la verdadera historia”, escribió.