El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, señaló que la entidad que representa se reafirma como un poder independiente del Estado. El auto constitucional del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) prohibió al Órgano Elecciones inhabilitar a candidatos que no cuenten con el requisito constitucional de residencia permanente como César Dockweiler, Manfred Reyes Villa, Wilma Alanoca y Elsner Larrazábal.
«Por último, la pugnacidad de la polarización se concentró acremente en las demandas de inhabilitación de candidaturas, llevando la rivalidad partidaria a ser resuelta en las mesas de los tribunales electorales. Definimos los casos jurisdiccionales en condiciones muy adversas: tensiones políticas exacerbadas, ansiedad e impaciencia social, plazos legales inadecuados, incertidumbre sobre ciertas normas. Afirmamos nuestra independencia ante los poderes en contienda, adoptamos las decisiones apegados a la legalidad y el debido proceso», dijo Romero.
En la gestión pasada el TSE determinó una fecha máxima de la realización de las elecciones sociales por presiones políticas y sociales. Para las subnacionales, pese a existir jurisprudencia, y que autoridades electorales afirmaron que se basarían en los establecido en la Constitución, habilitaron candidatos en obediencia al TCP y permitieron que otros sigan en carrera basados a decretos, como el caso de Santos Quispe.