El gobierno de Luis Arce en Bolivia ha decidido eliminar a la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana). La medida llega después de más de cinco décadas de existencia del organimo y en medio de un conflicto laboral y una huelga indefinida.
En su lugar creó una nueva entidad, que fue nombrada como Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol).
El miércoles, el gobierno puso a los 42 aeropuertos del país bajo el control de la policía y los militares para garantizar sus operaciones.
La medida tuvo lugar en medio de denuncias de pagos atrasados y otras demandas de los empleados de Aasana. A la par, el sindicato llamó a una huelga.
Los trabajadores de Aasana afirman que nunca obtuvieron una respuesta positiva del gobierno a sus peticiones.
“Es una situación muy crítica la que los trabajadores de Aasana estamos pasando (…) por 54 años estamos sirviendo a la población boliviana y por un decreto han anulado a la empresa para crear una nueva institución que no entendemos su función”, dijo el dirigente laboral Víctor Ticona a la Voz de América.
El ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño justificó la decisión diciendo que la huelga ponía en riesgo el transporte aéreo nacional e internacional.
“Cambiará drásticamente esta nueva empresa que se hará cargo de la administración de aeropuertos del país”, explicó el ministro el lunes.
Medios bolivianos afirmaron el martes que la medida deja sin empleo a 1.000 empleados.
Aunque la Central Obrera Boliviana se ha mostrado cercana a la administración de Arce y por esa razón ha sido criticada desde las bases sindicales, su secretario ejecutivo, Juan Carlos Huarachi, salió en respaldo a los trabajadores perjudicados.
“Lamentamos la actitud (…) del gobierno”, dijo Huarachi. “Debería consultarnos, porque no podemos aceptar que de la noche a la mañana por un decreto cambien de razón social y despidan a los trabajadores”.
Para el abogado y analista legal Williams Bascopé, el gobierno busca suprimir a un sindicato para crear otra empresa bajo el Estatuto del Funcionario Público, que no permite el sindicalismo.
“Es una medida neoliberal que viene de un gobierno que dice defender a los trabajadores”, opinó el abogado por Twitter.
Por otro lado, los pasajeros de vuelos nacionales e internacionales se mostraron sorprendidos ante el inusitado movimiento en los aeropuertos y aunque el gobierno aseguró que las operaciones serían normales con la ayuda de un equipo de contingencia, algunos vuelos fueron demorados.
El gobierno también anunció que se destinarán más de 182 millones de bolivianos, un equivalente a 26 millones de dólares, para cubrir el pago por despido de más de 800 desempleados por la desaparición de Aasana.