El departamento de La Paz cerró el primer semestre de 2025 con indicadores económicos alentadores, según el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. La recaudación tributaria alcanzó Bs 9.357 millones hasta mayo, un incremento del 16,5% respecto al mismo periodo de 2024. Sin embargo, la falta de infraestructura nacional robusta y propuestas claras de desarrollo estructural sigue siendo una asignatura pendiente.
En el mercado laboral, La Paz alcanzó un récord de 1,2 millones de personas ocupadas en áreas urbanas durante el primer trimestre, recuperando niveles previos a la pandemia. También se registraron 1.289 nuevas empresas en el primer cuatrimestre, lo que representa un crecimiento del 5,4%. A pesar de ello, muchas de estas unidades siguen siendo microempresas sin acceso a un entorno industrial competitivo y sostenido.
El sistema financiero paceño también mostró solidez: los depósitos sumaron $us 17.654 millones y la cartera crediticia llegó a $us 8.360 millones, con alto grado de bolivianización. A mayo, se otorgaron 349.546 créditos productivos por $us 4.073 millones, aunque buena parte de estos recursos fueron destinados a sectores tradicionales como manufactura artesanal y agricultura básica.
A pesar de estos avances, las exportaciones del departamento, que alcanzaron $us 404 millones hasta mayo, siguen basadas en materias primas como el oro y el estaño, sin evidencia de un proceso de industrialización que agregue valor o diversifique la oferta. “Se observa dinamismo económico, pero sin un cambio cualitativo en la matriz productiva”, advirtió un analista consultado por este medio.
En cuanto a inversión pública, el Presupuesto General del Estado asignó Bs 3.902 millones a La Paz, priorizando proyectos productivos (44%) e infraestructura (34%). No obstante, la ejecución de proyectos estructurales nacionales como corredores logísticos, polos tecnológicos o zonas francas industriales sigue ausente, lo que limita el potencial de desarrollo regional.
Entre los proyectos destacados figuran la Central Hidroeléctrica Río Miguillas y plantas agroindustriales en varias provincias, así como redes de gas y mejoramiento vial. Pero expertos advierten que estas obras, aunque valiosas, no alcanzan la escala necesaria para posicionar a La Paz como eje nacional de desarrollo.
A nivel social, se mantuvo la entrega de bonos estatales: 389.678 adultos mayores recibieron la Renta Dignidad, 554.496 estudiantes el Bono Juancito Pinto y 52.338 mujeres y niños el Bono Juana Azurduy. Sin embargo, estas transferencias no sustituyen la necesidad de generación de empleo digno y masivo, afirman economistas.
“El crecimiento económico de La Paz es real, pero no suficiente. Si no se acompaña de políticas de infraestructura nacional, ciencia, tecnología y educación técnica, los logros seguirán siendo frágiles y dispersos”, concluyó un experto en desarrollo territorial.