Mientras el Gobierno socialista de España llamó al confinamiento de sus ciudadanos por la pandemia, referentes de Unidas Podemos viajaron a Bolivia como «observadores» de las elecciones presidenciales de este domingo 18 de octubre.
«No se puede subestimar a las fuerzas extranjeras ni a sus movimientos armados. Ya lo vivimos en 2003, lo vimos años atrás en Venezuela y lamentablemente también lo vimos en Chile el año pasado. Si los subestimamos, tenemos las de perder», dijo Christian Aramayo, analista y miembro de la red de líderes para la democracia y el desarrollo de Bolivia para el PanAmPost.
Por su parte, el ministro del Interior de Bolivia, Arturo Murillo, declaró: «Si los enviados de Podemos generan violencia serán detenidos (…) los grupos extranjeros que armen escándalo van a ser puestos de patitas en la calle (…) los tenemos claramente identificados. Sabemos dónde están, dónde van y hasta qué comen».
Anuncios
Agregó Murillo que «la izquierda se reúne muy rápido para ver cómo convulsiona. ¿Por quién han sido pagados? Por Nicolás Maduro y Cuba. No solo los financian. También son entrenados por ellos».
«El que quiera hacerse el chistoso se va a encontrar con el brazo de la Justicia. Estos extranjeros deben estar preocupados porque tanto la Policía Nacional como las Fuerzas Armadas están en un estado de alerta continua. Vamos a cuidar los votos y las urnas», sentenció.
Buscan deslegitimar el proceso
Incluso el secretario general de la OEA, Luis Almagro, llamó la atención a referentes políticos de la izquierda internacional que buscan deslegitimar el proceso democrático en Bolivia.
Entre ellos, Maite Mola, la europarlamentaria de Izquierda Unida, vicepresidente del Partido de Izquierda Europea que exigía usar en estas elecciones el mismo proceso de conteo rápido que le dio una cuestionada victoria a Evo Morales.
También reclamaron los izquierdistas por la presencia militar en las calles. El gobierno interino explicó cómo la policía y ejército están para proteger el ejercicio cívico del voto, frente a las amenazas violentas.
Los locales comerciales de las ciudades principales de Bolivia amanecieron vallados y protegidos, como prevención. En noviembre del año pasado los destrozos fueron devastadores, luego de que grupos partidarios de Morales violentaron tanto a civiles como a las fuerzas de seguridad en noviembre de 2019.
Por ello, el gobierno socialista español habría enviado a cuatro miembros del Grupo Especial de Operaciones (policía militar) para asegurar el silencio de los políticos bolivianos vinculados a Evo Morales; de esa manera evitar comprometer al PSOE y Podemos. (PanAmPost)