El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, demostró este jueves que, al menos de momento, ha decidido optar por la mano dura en su política hacia Cuba, al sancionar a altos cargos militares de la isla por su presunto papel en la represión de las protestas de este mes.
El Departamento del Tesoro estadounidense anunció sanciones contra el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, Álvaro López-Miera, y contra una unidad militar de élite conocida popularmente como «avispas negras» o «boinas negras».
«Este es solo el comienzo. Estados Unidos seguirá sancionando a individuos responsables de la opresión del pueblo de Cuba», dijo Biden en un comunicado.
Las penalizaciones se hicieron públicas al poco de comenzar los juicios en Cuba contra los manifestantes y se enmarcan en la Ley Global Magnitsky, aprobada por el expresidente Barack Obama en 2012, que persigue a los perpetradores de delitos graves de abusos contra los derechos humanos y de corrupción en todo el mundo. Como consecuencia de la sanción, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Tesoro congela las propiedades e intereses del ministro.
En su comunicado, el departamento que dirige Janet Yellen acusa al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que controla López Miera, de haber “atacado a manifestantes y arrestado o hecho desaparecer a alrededor de un centenar en un intento de suprimir las protestas”. Señala, a su vez, que desplegó a los boinas negras con la misión de “suprimir” las protestas y “atacar” a los manifestantes.