Estados Unidos elevó este viernes de 15 a 25 millones de dólares la recompensa por información que permita la captura de Nicolás Maduro, a quien acusa de crímenes relacionados con el narcotráfico. El anuncio coincide con la juramentación de Maduro como presidente de Venezuela para el período 2025-2031, acto calificado por la oposición como un «golpe de Estado».
La medida, parte de una nueva batería de sanciones, también incluye recompensas similares para otros altos funcionarios del régimen chavista. Diosdado Cabello, ministro del Interior, y Vladimir Padrino, ministro de Defensa, tienen precios de 25 y 15 millones de dólares respectivamente.
Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., aseguró que «estas sanciones son una respuesta directa a la falsa toma de posesión de Maduro». Según Washington, el legítimo ganador de las elecciones del 28 de julio es Edmundo González Urrutia. “Hay pruebas indiscutibles de que González ganó, y él debería ser quien jure como presidente”, afirmó un alto funcionario estadounidense.
Además, el Departamento del Tesoro sancionó a ocho altos cargos del régimen, como el presidente de la estatal petrolera PDVSA, Héctor Obregón Pérez, y el ministro de Transportes, Ramón Celestino Velásquez, acusándolos de «represión y corrupción».
La Administración de Joe Biden, que será sucedida por Donald Trump en enero, también anunció la extensión por 18 meses del Estatus de Protección Temporal (TPS) para migrantes venezolanos en EE.UU. “Esta es una respuesta al agravamiento de la crisis humanitaria en Venezuela”, declaró Blinken.
Por otro lado, no se cancelaron las licencias otorgadas a empresas extranjeras como Chevron para operar en Venezuela. Sin embargo, Washington advirtió que analizará caso por caso el embargo de activos venezolanos en el exterior para seguir limitando los ingresos del régimen.
En una rueda de prensa, un alto cargo de la Casa Blanca enfatizó que las sanciones no son un fin en sí mismas, sino una herramienta para promover el retorno a la democracia. “Apoyamos firmemente las aspiraciones democráticas del pueblo venezolano y trabajaremos junto a ellos para lograr ese objetivo”, afirmó.
El acto de juramentación de Maduro, realizado ante una Asamblea Nacional controlada por el chavismo, ha profundizado la crisis política en el país. Con la oposición reafirmando su respaldo a González Urrutia, el conflicto por el poder parece entrar en una etapa aún más tensa.