El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, iniciará este lunes su quinto mandato al frente del país, el cuarto consecutivo, tras cuestionadas elecciones en noviembre y un día después de la puesta en marcha de la nueva Asamblea Nacional (parlamento), en la que el oficialismo controla 75 de las 91 bancas.
Por la tarde y en la Plaza de la Revolución, Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, volverán a jurar los cargos.
Ortega lleva más de la mitad de su vida como líder indiscutible del FSLN, partido del que ya fue único candidato presidencial en 1984, 1990, 1996, 2001, 2006, 2011 y 2016.
Desde el 2014, por una decisión del Congreso avalada por la Justicia, no hay límite en el número de mandatos presidenciales
Ortega-Murillo ganaron las elecciones del 7 de noviembre, según las autoridades con casi el 76% de los votos, frente a otras cinco fórmulas de dirigentes poco conocidos, sin estructura y, en algunos casos, tildados de colaboracionista. Esos comicios se hicieron con una treintena de dirigentes opositores presos, entre ellos siete precandidatos a la presidencia.
Para el acto de asunción se prevé la presencia de pocas delegaciones extrajeras y, muy posiblemente, de ningún presidente ni jefe de Estado.
Este domingo, las autoridades electorales pusieron en funciones a la Asamblea Nacional, donde el oficialismo tendrá 71 bancas sobre 91, cifra que le permite la aprobación de leyes y reformas a la Constitución sin ninguna dificultad, porque la oposición quedó reducida a 20 legisladores.
En rigor, el legislativo nicaragüense tiene 92 plazas, pero una está reservada al mandatario saliente, y en el país no lo hay desde 2007.
Organizaciones opositoras y nicaragüenses que se fueron a vivir al exterior convocaron para este lunes a una jornada de protesta en varios países bajo el lema “Nicaragua no tiene Gobierno ni poderes legítimos del Estado”.