La investigación señala que Dávila junto con Omar Rojas Echeverría utilizaron sus cargos oficiales en Bolivia y conexiones para obtener el acceso a aeródromos bolivianos con el fin de facilitar los cargamentos de cocaína de grandes cantidades por parte de otros miembros de la organización de narcotraficantes y para organizar la protección por parte de las fuerzas del orden de esos cargamentos de drogas, según consigna el documento presentado a esta instancia y al que tuvo acceso Unitel.
La investigación reveló además que Cahuana Barrientos, Jheyson Montaño Fernández y su hermano Rómulo eran proveedores de cocaína. Entre julio de 2019 y febrero de 2020, un agente encubierto que tenía una relación previa con Rojas Echeverría, participó con los acusados en una serie de reuniones y llamadas telefónicas que se grabaron legalmente. A lo largo de las reuniones los acusados describieron sus extensas experiencias de narcotráfico y sus conexiones con los más altos niveles del Gobierno boliviano.
El agente se hizo pasar por un intermediario de cocaína para una red radicada en la República Dominicana que quería enviar 1,200 kilogramos de cocaína de Bolivia a Nueva York. Él discutió por primera vez este posible acuerdo con Rojas Echeverría, con quien se reunió en julio de 2019. Poco después de esa reunión, la fuente confidencial se reunió con Maximiliano Dávila. Ambas reuniones fueron grabadas legalmente por las autoridades del orden público.
En la última reunión, Dávila le contó a la fuente confidencial sobre aeropuertos particulares en Bolivia en los que controlaba las operaciones de seguridad y en los que podía desviar la atención de las autoridades del orden público de los aviones cargados de cocaína. Dávila también se ofreció a proporcionar dos policías para proteger el avión cuando estuviese cargando con la cocaína. Dávila declaró que los policías utilizarían su armamento oficial, que incluye ametralladoras.
Después de la reunión con Dávila, Rojas Echeverría presentó a la fuente confidencial a Cahuana en una reunión a finales de julio de 2019. Durante esa reunión, la fuente confidencial, Rojas Echeverría y Cahuana discutieron el plan para enviar cocaína de Bolivia a Nueva York, el rol de Dávila en la operación para brindar seguridad armada y los precios besados en las rutas de transporte propuestas y el destino en los Estados Unidos.
En una reunión a finales de octubre de 2019, Montaño Fernández entregó el kilogramo de muestra solicitado a Rojas Echeverría, quien a su vez con el infiltrado de la DEA analizó la calidad de la muestra de cocaína en un apartamento.
A principios de noviembre de 2019, Rojas Echeverría y Montaño Fernández se reunieron nuevamente con el agente infiltrado y acordaron el precio por kilogramo de cocaína de 3.000 dólares. También acordaron la cantidad, 1.300 kilos.
Dávila aseguró a los participantes de la reunión que brindaría protección al cargamento de cocaína, mencionando a un agente del orden boliviano que estaría a cargo de proteger la cocaína y su carga en el avión en el aeropuerto.
Durante llamadas y reuniones grabadas legalmente en diciembre de 2019 Y febrero de 2020, Dávila reconoció su conocimiento de la entrega exitosa de los kilogramos de muestra de cocaína en Lima, Perú y, a pesar de los disturbios en Bolivia durante este período, explicó que estaba preparado para asegurar un cargamento mayor a 1.500 kilogramos cuando los agentes encubiertos que se hacían pasar por compradores estuvieran listos.
Los cargos presentados contra estas personas son seis:
1.- Asociación delictuosa para violar las leyes de narcóticos de los Estados Unidos entre julio de 2019 hasta septiembre de 2020.
2.- Importación de sustancias controladas intencionalmente a territorio de Estados Unidos.
3.- Fabricación de sustancias controladas con la intención de distribución para importarlas ilegalmente a Estados Unidos.
4.- Asociación delictuosa para importar y fabricar con la intención de distribuir para importar sustancias controladas a Estados Unidos.
5.- Asociación delictuosa desde julio de 2019 a septiembre de 2020 para violar el código de los Estados Unidos.
6.- Portación y uso de ametralladoras y artefactos destructivos para promover el delito de narcotráfico.