La mañana de este lunes se vivió una jornada de tensión en Villa Fátima y las zonas aledañas por las dos movilizaciones convocadas por los productores de coca de Yungas. El sector “orgánico” logró retomar su sede, pero el nombrado presidente Arnold Alanes ya tramita otro espacio en coordinación con el Gobierno.
La masiva presencia de cocaleros de Yungas rebasó a la Policía, que hace dos semanas se encontraba custodiando la sede de la Asociación Departamental de Productores de Coca (ADEPCOCA), pese a ser una entidad privada. El viceministro de Régimen Interior, Nelson Cox, había advertido “no permitiremos la toma de instituciones”.
Reportes de agencias evidencian que los uniformados tuvieron que refugiarse en casas de los vecinos para evitar tener más bajas, tras una jornada que deja al menos una docena de policías heridos, según información del comandante departamental, coronel Augusto Russo.
El jefe policial, en declaraciones a red Erbol, también acusó a los cocaleros de haber hecho uso excesivo de explosivos durante la jornada.
“Ya no estaban utilizando cachorros como comúnmente se lo hacía, estaban usando toda una carga, toda una masa introducida en diferentes tipos de objetos, como envases de desodorantes, o algunos otros objetos metálicos que puedan generar mayor daño”, declaró.
Del lado civil se conoció de once heridos que fueron trasladados a los centros médicos de Villa Fátima y Villa El Carmen, dos barrios que sufrieron los dinamitazos y gasificaciones durante todo este conflicto corporativo.
Los cocaleros del denominado Comité de Autodefensa, entraron a su sede con cantos y banderas tricolor, pero también denunciaron la pérdida de computadoras e información, que supuestamente estaba en custodia del grupo de Alanes.
Tras su “desalojo”, Alanes anunció que ya hace gestiones con el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y su titular Remmy Gonzáles, para comprar un nuevo edificio en el marco de la Ley 906.
“No hay mal que por bien no venga. Hoy va a ser histórico, una conquista para (tener) un nuevo predio, vamos a construir un mercado modelo”, declaró a los medios de cobertura y luego fue llevado en hombros por sus adeptos.
Sobre los hechos de mediodía, el joven cocalero alineado al Gobierno, calificó al Comité de Autodefensa como una “organización criminal” que «hay que desbaratar».
“Exigimos al Ministerio de Gobierno que desbarate esta organización criminal terrorista, que ha venido a amedrentar con dinamitas a nuestra sociedad”, añadió al canal gubernamental BTV.
Ya en horas de la tarde, los cocaleros de Yungas determinaron conformar un comité ad hoc para convocar a nuevas elecciones en ADEPCOCA en el plazo de 15 días, así como mantener la vigilia en su sede de Villa Fátima para evitar cualquier acción del grupo de Alanes.
En ese nuevo panorama, los propios productores de la hoja comenzaron a anunciar el nombre de “Tomasa presidenta”, en referencia a la productora de Arapata, Tomasa Medina.
La mujer afroboliviana se hizo notar durante las dos semanas de conflicto con sus muestras de alegría y el baile de la saya, pese a la tensión que se vivía en la zona.
Consultada sobre esos pedidos, Medina dijo que “todo dependerá del pueblo”, pero resaltó que los productores retomaron su “casa grande”.
“Aquí está todo Los Yungas, los 60.000 socios estamos acá. Los Yungas se respeta, este es el verdadero productor de la hoja de coca”, expresó Tomasa Medina.