La Corte Internacional de Justicia de La Haya emitió su fallo este jueves donde estableció que las demandas de Chile quedaron sin efecto porque Bolivia aceptó que las aguas del Silala tienen un cauce internacional y por ello ambos países tienen derecho a su uso de forma equitativa y razonable.
“Tal como ya señalado, Bolivia ya no pone en tela de juicio la naturaleza del río como curso de agua internacional. Reconoce ahora que es de aplicación el derecho internacional consuetudinario sobre la totalidad de sus aguas”, dijo la juez Joan Donoghue, presidenta del Tribunal.
La juez resaltó que, durante el proceso, Bolivia ya no reclamó, como lo hizo en sus alegatos escritos, que tiene derecho a determinar las condiciones y modalidades para el suministro de las aguas del caudal artificial del Silala y que todo uso de tales aguas de parte de Chile deberá ser objeto de un consentimiento por parte de Bolivia.
“Lo que Bolivia pide ahora en esta demanda convencional es una declaración de que Chile no tiene un derecho adquirido al mantenimiento de la situación actual y que el derecho de Chile al uso equitativo y razonable del caudal superficial generado por los caudales no es un derecho para el futuro que le permitiría desmontar dichas instalaciones o cualquier uso equitativo o razonable de estas aguas”, explicó Donoghue.
En la lectura del fallo se recordó que Chile reconoció que Bolivia tiene el derecho soberano a desmontar o no los canales artificiales para reestablecer los humedales afectados del altiplano y que el país demandado se opuso categóricamente a que se reclame el suministro equitativo y razonable sobre las aguas mejoradas con los canales.
“La Corte constata que las partes están de acuerdo en que Chile tiene un derecho a un uso equitativo y razonable de las aguas del Silala, independientemente si son aguas naturales o artificiales. Además, Bolivia no declara en este punto que Chile deba compensación a Bolivia por los usos del pasado sobre las aguas del Silala”, aclaró la presidenta del Tribunal.
Ya que en el proceso del juicio internacional Bolivia reconoció el carácter internacional del Silala, toda la demanda de Chile, que estaba sustentada en la Conclusión A –que pide que la Corte reconozca que el río es internacional–, quedó sin efecto.
“Doy lectura a la parte dispositiva de la sentencia: Por estas razones, la Corte considera que no tiene que tomar una decisión al respecto, que la demanda de la República de Chile, en su Conclusión final A, queda sin objeto y por ello no corresponde que la Corte se pronuncie”, sentenció la juez en el juicio sobre el estatus y uso de aguas del río Silala.
«Es un fallo favorable para Chile»
El académico del Instituto de Estudios Internacionales (IEI) de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, explicó a El Mostrador que «el fallo del tribunal de La Haya básicamente se resume en dos puntos: primero que el reconocimiento de que el Silala es un curso hídrico internacional, en segundo lugar de que ambos países tienen un uso razonable y equitativo».
Aranda también comentó que a lo largo del proceso, Bolivia fue cambiando su postura. «Cuando Evo Morales, hace unos años atrás, amenaza con demandar ante el tribunal de La Haya, la posición era que no se trataba de un curso de agua internacional, sino que había sido desviado artificialmente por Chile (…) en los alegatos vimos con claridad que Bolivia se había venido a reconocer que ese curso de agua era internacional«, señaló el académico.
El experto dijo que es «un fallo bastante favorable» para Chile.
Por su parte, el consejero del Centro de Estudios Internacionales UC, Pablo Cabrera, señaló que la CIJ «dio una clase internacional de derecho internacional».
A su vez, indicó que la CIJ «instó a las partes a cooperar, en asuntos que les corresponde solucionar a ellos y no en un litigio ante la Corte Internacional de Justicia».
La demanda
Recordemos que Chile presentó el 6 de junio del 2016, bajo el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, una demanda contra Bolivia ante la CIJ para que esta declare que el Silala es un curso de agua internacional y que Chile, en su calidad de ribereño, tiene derecho al uso de sus aguas.
Chile presentó la demanda luego de que el expresidente de Bolivia Evo Morales amenazara con denunciar al país ante la CIJ por el supuesto robo de las aguas del Silala.
En la demanda presentada ante La Haya, Chile argumentó que el Silala se origina en manantiales de agua subterránea en territorio boliviano “a unos pocos kilómetros al noreste del límite internacional entre Chile y Bolivia”. El Silala luego fluye a través de la frontera hacia territorio chileno donde “recibe aguas adicionales de varios manantiales… antes de llegar al río Inacaliri”.
Según Chile, la longitud total del Silala es de unos 8,5 km; de esta distancia, aproximadamente 3,8 km se ubican en territorio boliviano y 4,7 km en territorio chileno. El país también afirmó que “[l]as aguas del río Silala históricamente y desde hace más de un siglo han sido utilizadas en Chile para diferentes fines, entre ellos el abastecimiento de agua a la ciudad de Antofagasta y las localidades de Sierra Gorda y Baquedano”.
Asimismo, explicaron que «la naturaleza del río Silala como curso de agua internacional nunca fue cuestionada hasta que Bolivia, por primera vez en 1999, reclamó sus aguas como exclusivamente bolivianas”.
Posteriormente, en 2018, Bolivia anunció la presentación de una contrademanda.