En Bolivia crece la preocupación de las autoridades por las menores de edad que son víctimas de redes delincuenciales de trata y tráfico que operan en el país usando falsos anuncios de empleos, citas en redes sociales y otras formas de engaño a través de internet.
Desde 2019 hasta mediados de 2021, la Dirección Nacional de Trata y Tráfico de Personas reportó que se habían denunciado más de 3.500 casos de trata de personas, tráfico de personas y delitos conexos.
La delegada Defensorial de Cochabamba, Marioly Álvarez, en entrevista con la Voz de América, explicó cómo operan estos grupos delictivos.
“¿Cómo se procede con el tema de captaciones a niñas, adolescentes y mujeres? A través de falsos anuncios de empleo”.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dijo que en un reciente operativo se desarticuló una red de trata de menores que tenía fines de explotación sexual con nexos en otros países.
Según datos de la Unidad de Cibercrimen de la Policía Nacional, un hombre que tenía la ocupación de profesor de voleibol era el encargado de captar a las adolescentes en coordinación con su socia. Ambas personas están detenidas.
“Estas dos personas captaban a menores de edad y firmaban un contrato para realizar videos pornográficos y venderlos tanto al interior como al exterior del país”, declaró Del Castillo.
La delegada Álvarez opina que “es una mirada que hay que darla integral porque de manera disgregada no se pueden obtener resultados concretos”.
Un reciente informe de Naciones Unidas indica que los traficantes se aprovechan de los más vulnerables, como los migrantes y las personas sin trabajo, y es probable que la recesión provocada por el COVID-19 haya puesto a más personas en riesgo.
En Bolivia, lo más preocupante, de acuerdo con los datos que maneja la Dirección Nacional de Trata y Tráfico de Personas, es que este año se superarán todos los récords de la última década.