Una riada repentina en la zona de Bajo Llojeta, La Paz, dejó una niña de cinco años fallecida, más de una decena de heridos y 40 viviendas afectadas, según informó este domingo la Alcaldía paceña. El desastre ocurrió tras una intensa lluvia registrada la tarde y noche del sábado que provocó el desbordamiento del río Pasajahuira.
La riada arrasó con dos urbanizaciones, dejando casas, vehículos y personas atrapadas. “La magnitud del lodo que llegó de golpe hizo imposible reaccionar a tiempo,” explicaron vecinos de la zona, muchos de los cuales vieron sus pertenencias arrasadas.
El rescate de un hombre atrapado durante toda la noche en el lodo fue uno de los hechos más destacados. “Logramos trasladarlo a un hospital, donde fue reanimado y ahora se encuentra estable,” señaló un rescatista presente en el lugar.
Bomberos y rescatistas civiles trabajaron durante toda la madrugada del domingo para liberar a personas y recuperar pertenencias. “Rescatamos a varias familias junto a sus mascotas que se refugiaron en techos y terrazas,” señaló Pavel Tobar, director de Bomberos de la Policía.
La tragedia también incluyó la muerte de una niña de cinco años, que había sido reportada como desaparecida. “Lastimosamente hemos encontrado el cuerpo de la niña. Estaba atrapada en el lodo. La noticia ya fue comunicada a sus familiares,” indicó Tobar con pesar.
El desastre también expuso las dificultades de respuesta ante emergencias climáticas en la ciudad. Los vecinos afectados pidieron apoyo inmediato para la reconstrucción de sus hogares y mejores sistemas de contención de desbordes.
Autoridades municipales anunciaron una evaluación para determinar las pérdidas materiales y coordinar ayuda humanitaria. “Es urgente priorizar la seguridad de las familias afectadas,” expresó un representante de la Alcaldía.
El evento pone en evidencia la vulnerabilidad de ciertas zonas de La Paz ante lluvias intensas, un fenómeno que, según expertos, podría agravarse con el cambio climático. La tragedia en Bajo Llojeta recuerda la necesidad de una gestión más eficiente frente a desastres naturales.