La Fiscalía Departamental de Tarija confirmó este lunes la reactivación de cinco procesos judiciales contra el actual senador y candidato presidencial Rodrigo Paz, por supuestas irregularidades en obras ejecutadas durante su gestión como alcalde de la capital tarijeña.
Entre los casos más sonados figuran el proyecto “Ciudad Inteligente” y el cuestionado “puente millonario 4 de Julio”, dos obras que en su momento fueron presentadas como emblemas de modernización, pero que ahora son investigadas por presuntas irregularidades en contratación y ejecución.
La fiscal de distrito, Sandra Gutiérrez, informó que de los cinco procesos, tres ya cuentan con acusación formal y otros dos se encuentran en etapa preparatoria. “Son varios los acusados dentro de estos casos, están por delitos de contratos lesivos, incumplimiento de deberes y otros”, señaló la autoridad.
Estas investigaciones, que habían quedado paralizadas por años, vuelven a tomar fuerza en un momento clave, ya que Paz busca posicionarse en la arena nacional como candidato presidencial. Para analistas locales, la coincidencia entre la reactivación de los procesos y el escenario electoral abre un debate sobre la judicialización de la política en Bolivia.
Sin embargo, desde la Fiscalía insisten en que se trata de causas pendientes que deben seguir su curso, y que la condición de candidato no exime a Paz de responder ante la justicia. “Nadie está por encima de la ley”, remarcó Gutiérrez.
En Tarija, la noticia ha generado una fuerte repercusión. Sectores críticos a la gestión de Paz sostienen que estos casos reflejan una mala administración municipal. “El puente 4 de Julio es un monumento al despilfarro, y tarde o temprano alguien tenía que responder”, manifestó un dirigente vecinal.
El senador, por su parte, aún no emitió una respuesta oficial, aunque allegados a su entorno anticiparon que se pronunciará en los próximos días. Su equipo considera que la reactivación de los procesos obedece a intereses políticos que buscan frenar su candidatura.
El desenlace de estos procesos será determinante no solo para la carrera política de Paz, sino también para la credibilidad de la justicia boliviana, en un contexto donde las denuncias por uso político del sistema judicial están a la orden del día.