La Unión Europea (UE) rechaza categóricamente las acusaciones de haber participado en una conspiración con el objetivo de preparar un “golpe de Estado” durante la crisis política en noviembre de 2019.
Este jueves la Delegación de la Unión Europea, junto con las misiones diplomáticas de los Estados miembros de la UE en Bolivia, emitió una declaración en el que “rechaza categóricamente las acusaciones de haber participado en noviembre de 2019 en una conspiración con el objetivo de preparar un golpe de Estado”.
«La Delegación de la Unión Europea, junto con las misiones diplomáticas de los Estados Miembros de la UE en Bolivia, rechaza categóricamente las acusaciones de haber participado en noviembre de 2019 en una conspiración con el objetivo de preparar un golpe de Estado», sostiene el documento.
«En noviembre de 2019 se buscó facilitar el diálogo, con el liderazgo de la Iglesia y la participación de diferentes partidos políticos, incluidos representantes del MAS. La UE, bajo el liderazgo de la Iglesia, ayudó a facilitar reuniones involucrando a actores clave de todos los partidos políticos, incluido representantes de MÁS, con un solo objetivo: ayudar a pacificar el país en tiempos de extrema tensión», agrega.
Declaración sobre acusaciones recientes contra la Unión Europea pic.twitter.com/GEowvRqvbN
— Unión Europea Bolivia (@UEenBolivia) August 5, 2021
El pronunciamiento se produce luego de que personeros del Gobierno boliviano apuntaron a exembajadores a la Unión Europea y a otros países, como corresponsables del supuesto «golpe».
El más virulento ataque fue el del procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, quien esta semana llamó «delincuentes» a todos los actores políticos que participaron en las reuniones de pacificación de noviembre del 2019, tras la renuncia de Evo Morales.
En julio, Evo Morales, líder del MAS, aseguró que la UE y Brasil participaron de esa presunta conspiración.
En la misma línea discursiva, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, acusó como responsables del supuesto “golpe de Estado” a la administración del estadounidense Donald Trump, por dictar el “manual” de un “plan continental” de desestabilización, en complicidad con Brasil, Argentina, Ecuador, la UE y la Organización de Estados Americanos (OEA).