Este martes, 15 de junio la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana, ha dado a conocer un “Informe – Memoria de los Hechos del Proceso de Pacificación en Bolivia”, ocurridos entre octubre 2019 y enero 2020, en el que revela que Adriana Salvatierra y Susana Ribero, ambas parlamentarias del Movimiento al Socialismo (MAS), rechazaron la presidencia transitoria de Bolivia.
«El presente informe-memoria se ha entregado para su conocimiento al Santo Padre el Papa Francisco, a la Secretaría de Estado de la Santa Sede, a la Nunciatura Apostólica en Bolivia, al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), a las diferentes Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe, y al Ministerio Público», indica el comunicado.
La revelación se produce en un contexto en el que el MAS capitaliza las declaraciones informativas de la expresidenta Jeanine Áñez ante una comisión de fiscales, en las que ella sostiene, según un artículo, que el líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, se «opuso» a que Salvatierra asuma la presidencia.
Esta declaración sirvió para que el Gobierno y asambleístas del MAS sostengan que el vacío de poder lo generaron los opositores y que exijan que sean incluidos en el proceso por el caso «golpe de Estado».
El 12 de noviembre, en una reunión en la que estuvieron presentes, tanto representantes de la oposición como del oficialismo (Salvatierra, Ribero, Teresa Morales, Carlos Mesa, Ricardo Paz, Carlos Alarcón, Samuel Doria Medina, Roberto Moscoso, Óscar Ortiz, Jorge Quiroga, Luis Vásquez, Jerjes Justiniano y Rolando Villena) se propuso a las parlamentarias asumir el mando del Estado.
“Las opciones que plantearon los participantes de la reunión fueron: que asumiera la presidencia la senadora Adriana Salvatierra o la diputada Susana Rivero. Pero ellas se negaron alegando que sus vidas corrían peligro”, detalla el escrito de la CEB.
Ante este rechazo y debido a que existía un vacío de poder con un país convulsionado, se determinó que asuma la Presidencia la entonces segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, Jeanine Áñez.
“Considerando la Declaración Constitucional 003/2001 según la cual la sucesión constitucional se produce ipso facto para evitar el vacío de poder en el Estado, se planteó sugerir a la Asamblea Legislativa dispusiese la sucesión constitucional de Janine Áñez para asumir la presidencia”, especifica otro fragmento del documento.