Evo Morales está resguardado por un cerco de seguridad sin precedentes en el trópico de Cochabamba, según denunció este lunes el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera. El operativo, desplegado en nueve manzanos de Lauca Eñe, impediría su aprehensión tras emitirse una orden judicial en su contra.
«Hay tres anillos de seguridad alrededor del exmandatario, algunos compuestos por extranjeros armados con material de guerra», afirmó Aguilera, quien describió un escenario similar a “una zona de guerra”, con zanjas, promontorios de tierra y rutas de escape.
El primer anillo estaría conformado por personas extranjeras armadas; el segundo, por dirigentes cocaleros también armados; y el tercero, por productores de coca y sectores sociales con escudos y lanzas artesanales, sostuvo el viceministro. “Esta gente está a la intemperie como una suerte de ‘carne de cañón’”, declaró.
El objetivo del cerco es evitar el ingreso de policías y obstaculizar cualquier intento de captura, ya que Morales se encuentra dentro de ese perímetro, específicamente en la emisora de los cocaleros, donde estaría refugiado. Aguilera indicó que el tránsito está completamente restringido en la zona.
Además, denunció que los cocaleros en vigilia estarían siendo obligados a participar, bajo amenaza de multas económicas o incluso la expulsión de sus comunidades. “Son turnos de 24 horas que deben cumplir bajo conminatoria”, agregó.
Según el informe, Morales estaría al tanto de la presencia de armas y del dispositivo de seguridad. El cerco solo permite el ingreso de personas autorizadas, lo que indicaría, según Aguilera, “un control directo y deliberado del entorno”.
La autoridad también advirtió que existe riesgo de presencia de armamento de grueso calibre, ya que en la zona ya se han decomisado armas similares en operativos anteriores vinculados a narcotráfico y sicariato. “No se descarta que parte del material bélico provenga de esas actividades ilícitas”, remarcó.
La presencia de este ‘fortín ilegal’ abre serias preocupaciones sobre el control territorial, la legalidad y la seguridad interna del país, mientras Morales sigue desafiando a la justicia desde un bastión fuertemente resguardado en el corazón del Chapare.