El aceite comestible producido en Bolivia alcanza precios de hasta 40 bolivianos por litro fuera del país, una diferencia que incentiva el contrabando y pone en riesgo el abastecimiento interno, según informó este domingo el viceministro, Álvaro Mollinedo.
“Este diferencial de precios está generando un fuerte incentivo para que los productos salgan de manera ilegal, especialmente a países vecinos como Perú y Brasil”, advirtió la autoridad en entrevista con medios estatales.
Actualmente, el litro de aceite en el mercado boliviano se comercializa en promedio a Bs 16 gracias a subvenciones estatales, mientras que en el exterior el valor se duplica o incluso se triplica. Esta brecha es aprovechada por redes de contrabandistas.
“Estamos viendo que en zonas fronterizas se produce un vaciamiento sistemático de productos básicos, y eso repercute directamente en la oferta nacional”, denunció Mollinedo, añadiendo que la falta de control alimenta la especulación y el acaparamiento.
El Gobierno anunció que reforzará los operativos de control en puntos fronterizos y en mercados internos. “Hemos intensificado las inspecciones y coordinamos con otras instancias para frenar esta práctica que perjudica a los bolivianos”, remarcó el viceministro.
Este fenómeno no solo afecta al aceite, sino también a otros productos de la canasta básica como el azúcar, el arroz y la harina, que son adquiridos en Bolivia a bajo costo y revendidos en el extranjero a precios superiores.
Las autoridades llaman a la población a no participar del contrabando hormiga y denunciar a quienes lo promueven. “No es solo un delito económico, es una amenaza a la seguridad alimentaria del país”, alertó Mollinedo.
El Ministerio de Desarrollo Productivo evalúa ajustes a las políticas de distribución y comercialización, mientras se mantiene la vigilancia sobre el impacto del contrabando en los mercados nacionales.